A Carlos Slim le gusta el negocio inmobiliario. Todo lo demás está en un segundo o tercer plano. En otras palabras, todo FCC está en venta… menos la división inmobiliaria, compuesta por FCC Real State y por Realia. Por algo, el ingeniero desgajó estos negocios del grupo FCC.
Así las cosas, el año no está siendo fácil para Realia, que obtuvo unos resultados discretos durante los nueve primeros meses del ejercicio. La inmobiliaria registró un beneficio antes de impuestos de 45,4 millones de euros, frente a los 44,9 millones de 2017, a pesar de la caída del 6,8% de los ingresos, que no superaron los 70,1 millones de euros.
El ejercicio hasta septiembre estuvo marcado por un crecimiento del área patrimonial y una disminución del área de promociones
Según el comunicado remitido el lunes por la compañía, el ejercicio hasta septiembre estuvo marcado por un crecimiento del área patrimonial del 3,2% y una disminución del 42,6% del área de promociones, por el menor valor unitario de las unidades entregadas. De esta manera, el Ebitda aumentó un 1,2%, hasta los 33,3 millones de euros.
La deuda financiera bruta, otro de los puntos clave de la compañía, se redujo en 35,5 millones y se situó en 727,4 millones de euros. La deuda financiera neta cayó un 5,4% desde septiembre de 2017 y un 0,8% desde comienzos de año, hasta situarse en los 672,7 millones de euros.