Naturgy hará ajustes laborales por la propia evolución del sector energético (descarbonización, transición energética, mayor competencia…) y criterios de eficiencia y digitalización. En concreto, plantea 1.000 bajas voluntarias e incentivadas en España, según ha adelantado Economía Digital y ha confirmado la propia compañía.
Esta cifra supone un 18,52% de su plantilla en nuestro país, que es de unos 5.400 empleados, y un 10% de la plantilla total a nivel mundial, que asciende a unos 10.000. Un ajuste que es un proceso natural, pues en 2020 también salieron unos 1.000 trabajadores de Naturgy y en los últimos años se han lanzado otros planes de salidas voluntarias para mayores de 55 años. La nueva propuesta que se ha empezado a negociar con los sindicatos no se limitará a dicho colectivo y se traducirá en salidas pactadas, pero no en un ERE o medidas traumáticas que sí se han realizado en otras compañías del sector energético.
Las salidas voluntarias y pactadas se suman a las externalización de áreas no prioritarias... y a la oferta del fondo australiano IFM, cuyo objetivo es el troceo
Los empleados que se acojan a la nueva propuesta de 1.000 salidas voluntarias se sumarán a los casi 9.400 que han salido de la energética desde 2015. Es decir, en los últimos años de Rafael Villaseca como CEO de la que entonces se denominaba Gas Natural Fenosa, un cargo que ejerció entre enero de 2005 y febrero de 2018, cuando Francisco Reynés asumió el cargo de presidente y CEO de una compañía que unos meses después pasaría a llamarse Naturgy. Salidas que obedecían a las desinversiones en distintos países que no aportaban valor y también a otros planes para los empleados mayores de 55 años.
Las nuevas salidas voluntarias y pactadas no llegan en un momento cualquiera, pues coinciden con la externalización de áreas que no se consideran prioritarias y cuyo personal pasará a formar parte de IBM, Everis o Telefónica. Asimismo, aún no ha empezado la negociación del nuevo convenio colectivo. Y en todo este escenario no se puede olvidar que se ha retrasado la presentación del nuevo plan estratégico de la compañía ante la oferta por hasta el 22,689% que ha presentado el fondo australiano IFM, al que se le ha vuelto a ver la patita recientemente, demostrando que su objetivo es el troceo: ha reducido el precio ofrecido de 23 euros por acción a 22,37, lo que supone pasar de un importe total de 5.060 millones de euros a 4.921 millones, debido al dividendo complementario que ha abonado Naturgy.