La primera ministra británica, Theresa May, responderá este jueves a preguntas sobre el acuerdo de Brexit que ha pactado con Bruselas en una comparecencia ante la Comisión de enlace del Parlamento británico, que agrupa a los presidentes de todos los comités. Se espera que los diputados cuestionen a la líder conservadora sobre los efectos en todos los ámbitos del Estado de su criticado plan, al que se oponen buena parte de su partido, los aliados parlamentarios del DUP norirlandés y toda la oposición, recoge La República.
May necesita recabar apoyos al pacto, refrendado el pasado domingo por los países de la Unión Europea (UE), antes de que se someta a votación el próximo 11 de diciembre en la Cámara de los Comunes. En caso de que no sea aprobado, el Gobierno deberá proponer un plan de acción alternativo que también podría ser rechazado por los Comunes, lo que pondría en cuestión la viabilidad del Brexit y del Ejecutivo.
El acuerdo consensuado con Bruselas, que rechazan tanto partidarios como detractores de la salida de la UE, establece los términos de esa separación y el marco general de la futura relación bilateral, y en una controvertida cláusula de seguridad otorga un estatus especial a Irlanda del Norte.
May ha contado estos días con el apoyo de la comunidad empresarial y también del Banco de Inglaterra, que este miércoles predijo un escenario de caos económico y posible recesión si el país sale del bloque europeo sin ningún acuerdo. La primera ministra insiste, sin su acuerdo, el país cairía ante el caos de una salida desordenada.
May ha contado estos días con el apoyo de la comunidad empresarial y también del Banco de Inglaterra
El banco central prevé que un Brexit duro el próximo 29 de marzo provocaría una depreciación de la libra de hasta un 25% y dispararía la inflación al 6,5 %, mientras que el producto interior bruto (PIB) bajaría un 8% sobre el nivel actual de aquí a 2023 y el desempleo subiría al 7,5%.
Así, Reuters afirma que, de tener lugar un Brexit desordenado, la economía del país se tambalearía, desembocando en una crisis financiera mayor a la que sufrió en 2008. Y esto no es baladí, pues tanto empresas como sectores políticos tratan de inclinar la balanza de la opinión pública hacia el apoyo del plan de May. Así, tal y como asegura la primera ministra, ha descartado un segundo referédum debido a la falta de tiempo, pues el país tiene previsto salir de la UE a finales de marzo, es decir, en poco menos de cuatro meses.
Ben Wallace, ministro de Seguridad británico, ha salido ante los medios declarando los riesgos que podrían sufrir en materia de defensa, recoge la BBC. Cabe recordar que no es la primera alerta en la materia, pues la Policía alertó de que "afrontan una pérdida significativa de la capacidad operacional". No obstante, por entonces, las esperanzas de que el país diera vuelta atrás eran mayores, aunque se pidió que se tratara el tema con un interés especial, pues, al fin y al cabo, la seguridad del país se encontraba en tela de juicio.
El banco de Inglaterra prevé que, con un Brexit duro, el PIB bajaría un 8 %, el desempleo subiría al 7,5 % y la inflación al 6,5%
Volviendo al tema económico, en un informe publicado también el miércoles, el Gobierno calculó por su parte que una salida drástica reduciría el PIB un 9,3 % en 15 años, mientras que un plan similar al de May limitaría el impacto a un 3,9 %.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha dicho este jueves a este respecto que buena parte de la economía británica “no está preparada” para una salida de la UE sin acuerdo el próximo 29 de marzo. Carney declaró en este sentido, en una entrevista con la BBC, que “menos de la mitad de las empresas han hecho planes de contingencia”.
“¿Todos los sectores, toda la infraestructura del país, están a punto en este momento? Por lo que sabemos, la respuesta es no”, afirmó Carney en el programa Today de Radio 4. El gobernador señaló que lo más importante para la estabilidad de la economía es que haya “un periodo de transición” hacia cualquiera que sea “la relación” futura entre el Reino Unido y el bloque.
La posibilidad de un Brexit sin acuerdo sigue vigente vista la gran oposición que suscita el pacto consensuado con Bruselas por la primera ministra, Theresa May, que será votado por el Parlamento el 11 de diciembre, tras cinco días de debate.
En su informe, el banco central predijo un escenario de caos económico si el país deja la UE sin pacto ni periodo de transición, con una depreciación de la libra de hasta un 25 %, un aumento de la inflación al 6,5 % y una caída del producto interior bruto (PIB) de un 8 % sobre el nivel actual de aquí a 2023.