Unos días después de la Junta de Accionistas de Repsol, la mirada se detiene en las votaciones de los acuerdos adoptados y en las remuneraciones de algunos miembros de la cúpula. Antonio Brufau (71 años) cobró 3,1 millones de euros en 2018 y tendrá un sueldo fijo de 2,5 millones como presidente no ejecutivo, pero el del CEO, Josu Jon Imaz (55 años, camino de 56), será de 1,2 millones.
Claro que este último sumará variables, como el año pasado, cuando su remuneración total fue de 4,282 millones (ligeramente inferior a los 4,287 millones de 2017). Además, conviene destacar que al sueldo fijo de Brufau se añadirán otras retribuciones en especie -seguro médico y coste de la vivienda-, aunque ha renunciado al seguro de vida (partida que en 2018 fue de 249.000 euros), según recoge la Política de Remuneraciones de los Consejeros 2019-2021, que ha recibido el apoyo del 95,44% de los accionistas.
Imaz fue reelegido con un apoyo del 97,835%, superior al de Brufau (93,163%), que, junto a Loureda (92,595%), obtuvo el menor porcentaje
Un porcentaje similar al de la votación de carácter consultivo del Informe Anual sobre Remuneraciones de los Consejeros de Repsol, correspondiente al ejercicio 2018, que obtuvo el respaldo del 95,648%, y al de la gestión del Consejo (95,46%). Sin embargo, llaman la atención los resultados de las votaciones en las reelecciones del presidente no ejecutivo y el CEO: Imaz ha logrado un mayor apoyo (97,835%) que su jefe (93,163%). De hecho, la reelección de Brufau como consejero, junto a la de José Manuel Loureda (92,595%), fueron las que obtuvieron los menores porcentajes.
Por su parte, los nombramientos de las dos nuevas consejeras -Aránzazu Estefanía Larrañaga y María Teresa García-Milà- recibieron un 97,64% y un 98,9% de votos a favor, respectivamente. Además, conviene destacar que en la Junta el quórum fue del 56,39% del capital y fueron muchos los acuerdos respaldados casi por un porcentaje superior al 99%, entre ellos: las cuentas de 2018, el dividendo, los aumentos y la reducción del capital social o la fijación del número de consejeros en 15.