Repsol quiere “defender el empleo industrial con uñas y dientes” en España y así lo demuestra con los proyectos innovadores que está lanzando en sus cinco refinerías, donde “entran a trabajar unas 10.000 personas cada día”, ha señalado el CEO, Josu Jon Imaz, en rueda de prensa telemática ante la pregunta de Hispanidad. Y todo ello, sin olvidar la descarbonización y considera que nuestro país debe basar dicha estrategia “en sus capacidades industriales y tecnológicas” y sin exclusiones porque “todas las formas de descarbonización son válidas y complementarias”.
Actualmente, Repsol tiene cinco refinerías en nuestro país (Tarragona, Puertollano, La Coruña, Cartagena y Bilbao) donde cuenta con unos 4.300 empleados directos, a los que suman los 2.500 que trabajan en los complejos químicos que hay en las de Tarragona y Puertollano. Y a todos estos se añaden unos 3.000-3.500 trabajadores especializados, sumando un total de unas 10.000 personas.
Este jueves, Repsol ha anunciado que construirá la primera planta de biocombustibles avanzados de bajas emisiones de nuestro país en la refinería de Cartagena. Un proyecto donde invertirán 188 millones de euros y cuya construcción y puesta en marcha requerirá de unos 1.000 profesionales, que también levantarán una planta de hidrógeno. Repsol espera que la planta de biocombustibles avanzados esté operativa en 2023 y producirá, a partir de materias primas recicladas e hidrógeno, 250.000 toneladas de hidrobiodiésel, biojet, bionafta y biopropano que podrán usarse en aviones, camiones o coches, y permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 al año. El presidente de la compañía, Antonio Brufau, se ha reunido con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, para explicarles los detalles de una iniciativa para Cartagena y para el conjunto de la comunidad autónoma en términos de generación de actividad económica y de empleo.
La primera planta de biocombustibles avanzados estará operativa en 2023 y producirá, a partir de materias primas recicladas, 250.000 toneladas
Un nuevo proyecto innovador y descarbonizador, como la planta de combustibles sintéticos en Bilbao que anunció el pasado junio. A estos se suma el primer lote de biojet para la aviación que fabricó en la refinería de Puertollano en julio y su apuesta por el hidrógeno renovable, que “formará parte de toda la red de refinerías”, aunque ya produce hidrógeno en las de Tarragona, La Coruña y Cartagena, siendo el primer productor y consumidor en España.
Paralelamente, en relación a los fondos europeos para la recuperación, Imaz ha destacado que los proyectos los van a hacer independientemente de dichos fondos, aunque no renuncian a ningún tipo de financiación. “Los biocombustibles avanzados, las plantas de hidrógeno, la generación eléctrica renovable (proyectos eólicos en Aragón y Castilla y León, y fotovoltaicos en Extremadura y Ciudad Real) y actuaciones de digitalización” conforman el paquete de Repsol y algunos podrían “ser susceptibles de poder recibir dinero europeo”.
Y es que para la energética, la descarbonización no sólo pasa por la electrificación y protesta por el hecho de que se apoye tanto a las eléctricas. Además, su apuesta por el empleo industrial merece ser destacada y deberían tomar buena nota el Gobierno, así como Alcoa o Nissan, entre otras empresas, incluso Iberdrola.
La industria, estúpidos, la industria.