Lo cierto es que no se necesita acudir a un acrónimo, entre otras cosas porque con la Biblia, extensa ella, se pueden construir millones de acrónimos en cualquier dirección. 

Pero este mensaje que recorre la WWW resulta útil, porque, a fin de cuentas, ¿acaso conocemos algo firme sobre el virus? ¿Las decisiones políticas de -es sólo un ejemplo- Salvador Illa, o de -otro ejemplo- los informes del doctor Simón, le tranquilizan? Pues entonces a lo mejor tiene que buscar la serenidad en otra parte. 

Lo que está claro es que el pánico histérico se ha enseñoreado de los españoles y lo único cierto es que los enfermos de miedo y depresión superan con creces a los pacientes de Covid-19