Con las lógicas prisas por marchar de vacaciones y dejando debidamente informados a los inversores, ACS ha esperado justo unos minutos después del cierre del mercado para sacar a la luz sus cuentas con datos cerrados, a 30 de junio. Claro, en paralelo se celebraba la Junta de Accionistas extraordinaria de Abertis.
Y cuidado, porque resulta que en Abertis mandan los italianos Benetton, no los españoles Pérez-Fernández Verdes. Tanto es así, que Florentino afronta una posible rebelión de los accionistas: se ha endeudado para adquirir una compañía de quita y pon, donde sólo ganará con la especulación, que le ha exigido volver a endeudarse y que, encima, no controla.
Vamos con los resultados. A primera vista los datos parecen bastante apañados en cuanto al beneficio neto obtenido 447 millones de euros (M€), que son 31M€ más que los obtenidos durante el primer semestre del pasado ejercicio (+7,4%).
Las ventas en el semestre han crecido un 2,2% y se sitúan en los 17.777M€, con una contención en los gastos de explotación que compensan su crecimiento con un resultado positivo en las realizaciones de inmovilizados. Así, el resultado de explotación se ha situado en 824M€ que es un 5% superior al obtenido en 2017.
Florentino ha jugado a órdago con Abertis: se ha hiperendeudado y afronta una posible rebelión de los accionistas
A pesar de que la deuda neta del grupo se sitúa en 58M€ debido a la importante generación de caja, como consecuencia de la adquisición de la sociedad Abertis por el grupo, por cierto, recientemente autorizada por las autoridades comunitarias, la deuda financiera se ha visto incrementada en unos 8.100M€ de los que hay una partida de 7.988M€ reconocida en el balance como “Financiación puente vinculada a la operación de Abertis”. (Hochtief ha realizado una reciente emisión de bonos por 500M€ con este mismo fin). Los costes de esta financiación con toda probabilidad se verán reflejados en los próximos meses, pero de momento han sido los deterioros y resultados de enajenación de instrumentos financieros por 74,5M€, de los que no dan explicación coherente en la memoria publicada, los que han hecho que el resultado financiero negativo haya llegado a los 148M€ frente a los 74M€ del ejercicio anterior.
De nuevo los resultados de las inversiones aplicando el método de la participación, las participaciones en el grupo Hochtief que por primera vez integra a la reciente adquisición de Abertis, han vuelto a proporcionar a ACS el oxígeno necesario en la cuenta de resultados aportando 118M€ de los 128M€ obtenidos en este epígrafe, que el pasado ejercicio fue de 45M€.
El beneficio neto que incorpora la operación de Abertis en el mes de junio ha ascendido a 26M€. De ellos, 17M€ directamente a ACS y 9M€ de forma indirecta a través de Hochtief.
Los resultados netos por segmentos de negocio han registrado incrementos en todos ellos salvo en servicios -25,1%, destaca el de construcción con un 17,7% y los servicios industriales, que se quedan en un +2,5%.
Las ventas por áreas geográficas continúan centrándose en América del Norte que alcanza ya el 44%, seguida por Asia con el 27% y Europa 20% dentro de la que España aporta un 14% del total de las ventas.
La cartera de contratos se ha situado en 69.782M€, que representa un 7% más que en 2017 y su distribución geográfica con parecida distribución geográfica de los resultados netos.
Parece que se avecinan buenos tiempos para la compañía de Florentino Pérez. El mercado norteamericano parece que lo tiene dominado y solo hace falta ver las cifras que está consiguiendo. En el nacional, no parece que vayan a faltarle oportunidades, ya metidos en otra explosión inmobiliaria. Ahora, solo le falta sofocar la rebelión de su accionariado y ver si la adquisición de Abertis le aporta el valor añadido que él piensa.
El estilo Florentino es el de gestión ciclista: si dejas de pedalear un segundo, te la pegas.