- Y el asunto tiene su importancia pues estamos en una nueva etapa.
- La prioridad ya no es la deuda sino los ingresos.
- Es cierto que ACS llegó a estar en una situación crítica de apalancamiento y ahora respira tranquila.
- Pero la falta de ingresos de hoy supone el apalancamiento de mañana.
- Y ACS tiene una pata muy floja para lograr ingresos: concesiones.
- Precisamente, el negocio de moda.
Parece que el presidente de
ACS y del Real Madrid, (o viceversa)
Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) (
en la imagen), continúa en sus andanzas y es, salvando las distancias de los inefables profesionales del trile,
un auténtico 'trilero' financiero.
Lo del proyecto Castor parece ya pasado
y al que se une el rescate de la sociedad adjudicataria del túnel para el AVE España-Francia, otra de las perlas de este genio. En este ejercicio tenemos la venta por parte de Procme, controlada por ACS, de nueve parques eólicos a la también filial de ACS, Saeta Yield. Una venta que generará para la matriz una plusvalía de 12 millones de euros (M€), pero lo mejor es que la venta ya va con el relleno de la adjudicación a otra de las empresas del grupo, Cobra, de 1.550MW de producción en renovables.
Justo unas semanas antes de la presentación de los
resultados del tercer trimestre de este ejercicio, el 18 de octubre, la filial alemana de
ACS, Hochtief, tal como se venía anunciando, se fue a la CNMV y presentó una contra
Opa sobre Abertis por la que la italiana Atlantia ya había presentado una oferta de 16.341M€. Y aquí es donde yo me empiezo a preguntar, ¿dónde está la bolita?
Pues eso. Mientras tanto, la presentación de resultados al cierre de septiembre continúa en la línea de los registrados en el anterior trimestre.
603M€ de resultado neto, que representa un 5,8% respecto a 2016, cifra que si se tiene en cuenta que en el anterior ejercicio se contemplaba en la consolidación
Urbaser ya vendida a los chinos,
el resultado sería un 12,7% superior en términos interanuales. Las ventas han crecido en 2.387M€ ( 10,2%) con la principal aportación del negocio de construcción, que crece 2.328M€ ( 13,3%) de los que 2.137M€
corresponden a los negocios de Hochtief. Por áreas geográficas, el mayor crecimiento en ventas de la compañía se ha registrado en
Asia Pacífico con 1.577M€ ( 31%), seguido de lejos por América del Norte, con un crecimiento de 644M€.
El beneficio bruto de explotación ha sido de 1.712M€ ( 13,2%). El resto de la cuenta de resultados ha sido bastante plana respecto a las cifras registradas en 2016, ya que solo cabe resaltar la mejoría del resultado financiero neto que con sus -49M€ ha mejorado su cifra en un 59,8% respecto a 2016.
Han tenido especial influencia en esta reducción, tal como se anunciaba como hecho relevante en el mes de junio, la novación del contrato sindicado de financiación de 2.150M€, que lleva el vencimiento de la operación hasta el año 2022. Además, reduce los márgenes de financiación como consecuencia de que en el mes de mayo el grupo obtuvo una calificación por parte de la agencia Standard & Poor's de
BBB a largo plazo y de A-2 a corto plazo, y perspectiva estable.
Por actividades, los beneficios netos de construcción han crecido un 28,3% ( 62M€) y un 4,7% los servicios industriales ( 12M€). El resto de las actividades se han dejado 39M€ respecto a 2016 en estos nueve meses.
La cartera del grupo ha crecido también en un 5,1%, con registros superiores en las mismas áreas geográficas donde las ventas se han mostrado más fuertes.
Aparte de la venta ya reseñada de los nueve parques eólicos, se han producido otras dos más: unas participaciones indirectas en tres hospitales y otra de una concesionaria en Chile.
Las tres suponen plusvalías por unos 29M€.
El flujo de efectivo libre generado ha sido de 245M€ ( 22M€), más que en 2016, y se han abonado 245M€
en concepto de dividendos (296M€ en 2016).
La bolita de
ACS ya está debajo de los tres cubiletes. Solo queda que el mago los haga moverse. ¿
Será en el palco del Bernabeu? ¿Se saldrá de nuevo con la suya o será una apuesta demasiado ambiciosa? En principio parece que sí.
La oferta de ¡Oh capitán, mi capitán! es la del Gobierno, pero lo cierto es que el Ejecutivo no quiere parecer un entrometido en una operación entre privados.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com