- De momento, Bankia presenta unos buenos resultados: el beneficio aumenta un 28,4% hasta marzo.
- La forma de hacer negocio es no siendo un banco: el margen de intereses cae (-12,7%) por quinto trimestre consecutivo.
- La clave: el aumento del 164% del resultado de operaciones financieras.
- Y el control de costes: bajan un 3,4%.
- A pesar de todo, las acciones siguen valiendo poco más de un euro.
- Y con este precio poco va a recuperar Guindos con su privatización.
Sin duda
Podemos debería estar tranquilo. El hecho de que el simulacro de moción de censura en el Congreso
no haya tenido éxito al tener la pólvora mojada desde el principio, no es una mala noticia, si tenemos en cuenta que la banca pública funciona bien, con el dinero de todos los contribuyentes.
Bankia presenta este viernes unos
resultados trimestrales interesantes en su evolución y composición, con un
beneficio trimestral récord de 304 millones de euros hasta el mes de marzo, un 28,4% más. Ahora sólo falta que
aumente su capitalización bursátil, privatizarlo y dejar lejos sus órganos de gestión de políticos y gestores sin experiencia, o sin escrúpulos.
La consecución de tales cifras proviene de un aumento de los ingresos un 3,8% más, cifra similar al aumento del margen neto, derivado de un aumento de las operaciones financieras que experimentan un incremento del 164%, aportando 100 millones más a las cifras de hace un año,
lo que conlleva a un aumento de la rentabilidad por encima del 10%. En estas cifras mucho tiene que decir el apoyo de la cartera de
renta fija del banco, apoyo que veremos su evolución en un probable escenario creciente de tipos de interés.
En cualquier caso,
ahora vendrá la fusión con BMN que, introducida con calzador, puede provocar un problema digestivo a su cuenta de resultados.
Guindos se ha empeñado en ello ante la falta de candidatos para comprar el banco. La subasta pública quedó en nada y los precios ofertados, lejos de lo que políticamente podría ser aceptable en la realización de pérdidas del rescate. Solución: juntamos los dos y veremos si combinados conseguimos mejor precio.
No obstante, algún nubarrón refleja sus datos.
El margen de intereses, en un mercado lleno de dinero y tipos negativos, conlleva una caída del 12,7%, con un aumento de las comisiones por el uso de tarjetas, medios de pagos y valores. La progresiva desintermediación de las entidades de crédito resulta evidente y la forma de hacer negocio es no siendo un banco.
La adaptación al mercado pasa por gestionar patrimonios, por gestionar activos fuera de balance y adelgazando el riesgo, lo que conlleva progresivamente una liberación de provisiones, reducidas durante el periodo en un 14%.
Ahora sólo falta que sean buenos gestores de fondos, pero eso es harina de otro costal.
En el análisis de la cuenta de resultados puede destacarse el
control de costes, con una lenta reducción del 3,4%, hasta los 386 millones, lo que deriva en una mejora de su eficiencia, acercándose progresivamente a su objetivo de ser el mejor banco del país. Y ello se refleja en sus
niveles de solvencia, con una mejora adicional de su ratio de capital de máxima calidad hasta el 13,37%, toda una virtud si no fuera por la aportación pública. No obstante, no tenemos que quitarle mérito al banco, que al fin y al cabo, y siendo público, se comporta como entidad privada con criterios de mercado. Ello
redunda en que su ROE haya mejorado y elevado por encima del 10%, tal y como hemos citado.
Desde el punto de vista de la inversión destaca la variación en la concesión de crédito hipotecario, con un incremento del 93,5%, hasta los 350 millones de euros en nuevas operaciones, en un escenario en el que
se han triplicado las solicitudes de hipotecas.
Algo se mueve en el mercado de la vivienda. Igualmente, en el terreno de la financiación a
Pymes y autónomos, se produjo un aumento de la actividad, con un incremento del 27,1% en nueva financiación a dicho sector. De esta manera, el saldo de crédito sano al segmento empresarial ha aumentado en 273 millones. De hecho,
los saldos morosos se han reducido hasta los 10.984 millones de euros, con una cifra relativa del 9,5% al cierre del mes de marzo, un punto menos que hace un año.
En definitiva, todo estupendo si no fuera porque las acciones siguen valiendo poco más de un euro, y
con este precio poco va a recuperar Guindos con su privatización. De todas maneras no creemos que le preocupe mucho, sobre todo desde el momento que empiece a calentar el asiento prometido en la UE.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com