• El mantenella y no enmendalla, pueden llevar a las entidades a graves quebrantos.
  • Más: el Garanti turco se ha convertido en un quebradero de cabeza.
  • El mercado no reconoce la gestión de BBVA. Ya está fuera de los 10 grandes europeos por capitalización.
Antes que otra cosa, quiero reconocer que, a pesar de mi edad, el plan de banca digital que BBVA presentó hace unos ejercicios (aproximadamente 2011-2012) me entusiasmó. Que un banco tradicional, que venía de fusiones de entidades de rancio abolengo -como el Bilbao o el Vizcaya-, apostara por un programa de regeneración digital, me producía la sensación de que estaba dispuesto a entrar por la puerta grande en la banca técnica de nuestra era. Como si sacara de la oscuridad aquellas pantallas de la banca digital que se podían comparar con las páginas de color sepia de los antiguos libros de clientes. Ahora bien, las obstinaciones en no revisar las bondades de los proyectos y, sobre todo, el mantenella y no enmendalla, pueden llevar a las entidades a graves quebrantos. Es justo lo que está pasando con el BBVA. Parece que la obstinación de Francisco González (en la imagen) en mantener, contra viento y marea, la bondad de los cerca de 3.500 millones de euros de inversión en la renovación digital de la entidad está produciendo ya disfunciones que ya levantan voces internas demandando un plan de recuperación de la red de oficinas, quizás abandonadas por este plan digital, que además está produciendo un importante baile de altos cargos buscando solucionar este importante problema. Como los problemas no vienen solos, BBVA se está tropezando con alguna piedra más en su andadura, ya que la expectativa de algunos "gurús" se había fijado en los últimos días en un resultado por encima de los 2.950 millones de euros, que podrían permitir que la acción del BBVA pudiese remontar en su cotización a valores cercanos a los 7€ desde los 5,59€ actuales a los que llegó después del desplome del pasado noviembre. Pero tampoco ha sido así, ya que el beneficio neto del ejercicio se ha quedado en 2.642M€, un pobre 0,9% más que el del 2014. ¿Cómo es posible que con un crecimiento del 10,9% del margen bruto y con un beneficio antes de impuestos de 5.879M€ que supone un 44,7% más que en 2014 se haya llegado a este resultado tan decepcionante? Pues es fácil de explicar, además del empecinamiento digital, BBVA tiene tres graves problemas que están lastrando su crecimiento y su cuenta de resultados, a saber por orden de importancia, sus negocios en Turquía mediante la participación en Garanti, mal momento para tener una exposición es ese país con la inestabilidad política que padece y que ha llevado a su moneda a una depreciación frente al euro del 17%. Negocios en Venezuela: ¿qué decir de este país sumido en una tremenda crisis institucional que en cualquier momento te puede llevar a la ruina de tus inversiones, como ejemplo los -327M€ del resultado antes de impuestos del ejercicio recién cerrado? En tercer lugar, la incorporación de Catalunya Caixa, que sigo pensando fue un mal negocio. De momento y de forma más visible, ha supuesto un -492M€ de resultado atribuido a la actividad inmobiliaria en España y una tasa de mora del 5,4%. Todo esto, más un par de operaciones de venta de la participación en CNCB (China Citic Bank Corporatión) y CIFH (Citic International Financial Holdings LTD, han infringido un "castigo" de 1.109 millones en el resultado después de impuestos. Alguna cosa buena tendré que explicar ante una situación tan gris, pues el crecimiento en un 5,2% del resultado en EEUU que aporta 537M€ a resultado consolidado, el crecimiento del margen de intereses consolidado en un 8,7% y de las comisiones en un 7,8%. Vamos que a BBVA no le falta potencial, según mi opinión solo le falta un poco de cabeza y serenidad. Serenidad ha de tener con la que se viene encima, los "fusionadores profesionales" llevan oliendo sangre desde hace meses, lanzando globos sonda para tantear la predisposición del Gobierno y los reguladores para dar un nuevo hachazo al sistema financiero español, y BBVA ya está fuera de la lista de los 10 grandes bancos de Europa por capitalización bursátil y además ha perdido más de 200.000M€ de valor en bolsa, si continua por este camino, la candidatura a una fusión está más que avalada. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com