- En España, la integración de CX ha sido un modelo de… desorganización.
- El banco gana un 64% más que un año antes, pero cuidado, los datos no son comparables.
- La digitalización sigue siendo un asunto casi enfermizo en la entidad y FG parece tener prisa para culminarla.
- BBVA está en lo más alto del ranking de refinanciaciones con cifras cercanas a los 17.900 millones de euros.
El tema de la digitalización en BBVA continúa siendo casi enfermizo.
Francisco González parece tener una prisa especial en liquidar la evolución tecnológica de la entidad, seguramente para aplicar de una forma férrea los
recortes en plantilla, cierres en oficinas y reestructuración de horarios, que puedan dejar al BBVA en una posición de competencia y tratar así de evitar las tan cacareadas fusiones o, cuando menos, estar en una posición de ser 'fusionador'.
La verdad es que la imagen que están dando en cuanto a organización en Cataluña,
a propósito de los cierres de las oficinas que habían pertenecido a Catalunya Caixa, no ha sido la más adecuada y en estos días se han visto importantes colas en las oficinas y una tremenda sensación de desorganización. Vamos, que aquí lo de la digitalización sonaba a broma.
Por lo que se refiere a los
resultados que ha presentado la entidad este jueves, confesaré que yo era bastante escéptico. Cierto que el ejercicio 2015 contó con unos resultados negativos de operaciones atípicas como el
badwill de la operación de Catalunya Caixa, la participación en Garanti y otras, pero al final lo que realmente se ve es la última línea de la
cuenta de resultados y ésta, a 30 de septiembre, ha sido de 2.797 millones de euros (M€) que, en términos comparativos con septiembre de 2015, supone un incremento del 64,3%.
Aquí, primer inciso para que nadie se altere con esta cifra y corra a invertir los ahorros de toda su vida en acciones
BBVA. Los datos comparativos no son homogéneos pues la participación en Garanti se consolida por el método de integración global desde el
tercer trimestre de 2015. En los meses anteriores lo hacía de forma proporcional a
la participación que mantenía hasta esas fechas. Para orientarnos, la aportación al beneficio neto de esta participación en el
banco turco es del 13,2%.
Les confesaré un pequeño secreto. Minutos antes de que saliesen los resultados del
BBVA, estaba preparando el artículo y analizando todo lo que ha pasado en Turquía en estos últimos meses. Contaba con unos resultados de
Garanti a la baja por la situación política y el avispero en el que se está convirtiendo el país. Pero no, el resultado neto ha crecido un 45,7% en este ejercicio, y han mejorado el resto de las
cifras de la cuenta de resultados, en especial los 1.196 M€ más conseguidos en el margen de intereses.
Continuando con la cuenta de resultados del BBVA, destacar el
descenso en las dotaciones por deterioros debido a que las provisiones para las reestructuraciones que está llevando a cabo la entidad se registraron en ejercicios anteriores. Lo mismo ocurre con las
plusvalías recibidas de operaciones como la venta de la participación en el banco chino CNCB.
La distribución geográfica de la contribución al resultado neto, además del 13,2% ya reseñado de Turquía, está encabezado por los negocios en España (26,7%), EEUU (8,5%) y
América del Sur (16,5%).
La morosidad continúa en un descenso constante con un ratio del 5,1% frente al 5,6% del cierre del 2015. Como ya comentaba el miércoles en el análisis de otra entidad,
BBVA está en lo más alto del ranking de refinanciaciones con cifras cercanas a los 17.900 M€. Aun así, la cifra neta de clientes dudosos al cierre de septiembre ascendía a los 24.253 M€, y una cobertura del 74%.
Difícil encrucijada para BBVA ya que sus intereses están concentrados en dos zonas donde la inestabilidad política y económica se está centrando de forma especial. Turquía, donde, a pesar de su relativa buena marcha, las incertidumbres tarde o temprano acabarán aflorando y
afectando a los negocios allí residentes. Un golpe de estado fallido, una situación geográfica donde el terrorismo golpea con frecuencia y un gobierno dispuesto a legislar de forma populista, por decreto, con el dinero de las entidades financieras, tarde o temprano va a pasar factura a la
cuenta de resultados. Y no olvidemos que BBVA tiene allí el 13,2% de sus activos.
En Suramérica ocurre otro tanto. Creo que todos estamos esperando y temiendo un crack, aunque no sabemos de qué dimensiones. Y en España, pues lo que hay,
a la espera de que el nuevo gobierno tome posesión y apriete el grano, y ya veremos qué es lo que sale.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com