- En 2016, redujo un 30% su margen bruto mientras se jibarizaba su actividad comercial.
- Y lo más preocupante es su brusca caída de rentabilidad sobre recursos propios.
- Sólo un aspecto positivo: cae la morosidad.
- Goirigolzarri pretende que la absorción BMN sea un hecho al comenzar el ejercicio 2018.
Malos,
muy malos los resultados de
Banco Mare Nostrum (BMN) correspondiente al ejercicio 2016. De forma vergonzante, los ha hecho públicos, y
remitido a la CNMV, a cierre de mercado (¿para qué?),
un viernes 24 de marzo.
Caída libre de
margen financiero y del margen bruto. Cae el beneficio pero, lo más grave es el derrumbe de la rentabilidad sobre recursos propios (ROTE). Un banco que se va jibarizando para poder detener la riada de mora que, por otra parte, supone su
único punto de inflexión: mejor.
Al final,
Bankia absorberá una entidad en declive, que
Carlos Egea (
en la imagen) no ha sabido enderezar y, por tanto,
lo lógico es que se quede al margen en la entidad fusionada. Ningún banco ha querido hacerse con BMN y le ha tocado a
Goirigolzarri, por prescripción facultativa.
Naturalmente, durante la Junta celebrada el viernes en Valencia,
José Ignacio Goirigolzarri insistió en que había
lógica industrial en la absorción, por aquello de que en la zona levantina y balear (más cierto esto segundo que lo primero)
Bankia no está muy fuerte. Pero eso no es más que una ilusión.
Mejor: es hacer de la necesidad, virtud. En cualquier caso, el
FROB quiere que el 1 de enero de 2018 haya un solo banco:
Bankia-BMN.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com