A una hora no normal para la compañía, tras el cierre de mercado del lunes, por videoconferencia, sin presencia física de prensa y bajo el estado de excepción, Endesa, la eléctrica de mayoría italiana y cuya cabeza o boca visible en España es su consejero delegado, José Bogas, presentó las cuentas del primer trimestre de 2020. Una sociedad que seguramente ha hecho de su práctica financiera un arte para primero, conseguir por influencia política el control mayoritario y después, recuperar en un tiempo récord la inversión realizada en la compra a golpe de dividendos de casi el 100% de sus resultados, aún a costa de construir como consecuencia una deuda que francamente creo que se les está yendo de las manos desde hace ya tiempo y sin que se escuchen voces de los minoritarios, que están encantados con la mordida de remuneraciones inimaginables en otros valores cotizados.
Los resultados que presenta son seguramente los más atípicos de su historia financiera. Primero, por la peculiaridad de su negocio de “márgenes integrados de comercialización”, su necesidad de comprar energía, ya que necesita ir al mercado pues vende más de la que produce, y segundo, porque esta vez han coincidido compras con precios bajos y ventas a futuro a precios altos. Y este martes, han recibido una buena acogida bursátil: las acciones han empezado la sesión con subidas superiores al 5%, aunque al cierre el alza ha sido del 3,53%.
Los ingresos se sitúan en 5.069 millones (-0,3%), con ventas de 4.580 millones (-421 millones), de las que el 87,8% corresponden a Generación y Comercialización
Vamos a ver los números porque hay más sorpresas. Curiosamente, los ingresos de 5.069 millones de euros (M€) son un 0,3% inferiores a los registrados en 2019, con unas ventas de 4.580M€, 421M€ menores a las de hace un año. De estas ventas, el 87,8% corresponden a Generación y Comercialización;el 12,9%, a Distribución y el 2,8%, a estructura y servicios. Dentro de la partida de otros ingresos, que asciende a 489M€, 405M€ más que en 2019, corresponden 409M€ a Ingresos por valoración y liquidación de derivados energéticos.
Los aprovisionamientos han sido de 3.455M€, un 4,9% inferiores a 2019, y corresponden. un 30% a compras de energía, un 10,2% a consumo de combustible, un 38% a gastos de transportes y un 21,8% a otros aprovisionamientos y servicios. El circulo mágico ha funcionado: compra barata, venta a mayor precio, y un margen de contribución que crece 161M€ más que en 2019 y se sitúa en 1.614M€.
El nuevo convenio colectivo hace que el epígrafe de gastos de personal registre la liberación de 515 millones... y acabe teniendo un balance positivo de 144 millones
Hasta aquí un buen ejercicio para Endesa, pero es que este trimestre, periodo de sufrimiento para las sociedades, con provisiones extraordinarias anti Covid-19, el resultado neto es de 844M€, un 132,5% más que en marzo de 2019. Lo sucedido es que Bogas se ha sacado de la chistera un nuevo convenio colectivo que se sometió a laudo arbitral y como consecuencia de los acuerdos, en el epígrafe de Gastos de Personal se registra la liberación de 515M€, principalmente por la nueva regulación del suministro eléctrico al personal jubilado (la famosa tarifa del empleado); en su contra, la compañía registra 159M€ como provisiones por reestructuración de plantilla. Por tanto, los gastos de personal en la cuenta de resultados son positivos de 144M€ y los de explotación son de 329M€, un 7,9% superiores a los del ejercicio anterior.
El Ebitda con estos ajustes es de 1.476M€, un 59,1% más que en 2019. Las amortizaciones han descendido en un 11,8%, quedando en 358M€.
A pesar del crecimiento de la deuda y de la menor liquidez, el dividendo de 2019 no se ha alterado... y se prevé que la Junta apruebe el complentario
A pesar del ya acostumbrado crecimiento de la deuda en 967M€, para situarse en 7.574M€ de deuda bruta (+14,6%), 741M€ se han ido en enero en el pago de dividendo a cuenta de 2019; mientras que las inversiones, de 271M€, son un 31,4% inferiores al 2019. Por el contrario, el resultado financiero es 43M€ inferior a 2019.
Los medios líquidos han sido también inferiores a los del 2019, 198M€, por lo que la deuda financiera neta es de 7.376M€, 999M€ inferior a la de 2019. La liquidez es de 2.915M€, un 11,7% inferior a 2019. El ratio de apalancamiento ya es del 84,37%, un 3% superior al ejercicio anterior.
A pesar de que la mayor parte de las sociedades están aplazando sus dividendos en espera de ver como se desarrolla la evolución de la alarma sanitaria y económica generada por la pandemia, la insolidaria ambición de Endesa propone que para Junta General de Accionistas del próximo 5 de mayo se apruebe una propuesta de dividendo total (entre el de a cuenta y el complementarios) de 1.562M€. Quedan pocos más comentarios ante esta decisión.