- De hecho, tras vencer en la 'reyerta' familiar, no se ha preocupado mucho por la deuda, que alcanza los 6.491 millones.
- Esa deuda representa el 90% de las ventas del grupo, que crecen un 11,5%, hasta los 7.233 millones
- Ferrovial se ha convertido en una empresa de servicios (23.039 millones) y cada vez menos de construcción (8.249 millones).
Ferrovial pierde un 3% en bolsa tras la presentación, ayer jueves, de los
resultados hasta septiembre, en los que sobresale el enorme beneficio de 483 millones ( 79%), y también otros aspectos que no gustan al mercado, como la abultada deuda, que aumenta en 261 millones, hasta los 6.491 millones, a pesar de esos beneficios. Algunos analistas se han descolgado de la recomendación del valor, que acumula una subida anual de casi el 40%.
Pero al margen de los resultados propiamente dichos, las cuentas de Ferrovial tienen otra lectura, en clave interna y que afecta a los principales accionistas, la familia del Pino, aunque a no todos por igual.
Esos resultados son los primeros desde que
Rafael del Pino Calvo-Sotelo tomó el control del grupo, este verano, tras el arreglo familiar en el reparto de las dos sociedades patrimoniales,
Portman Baela y
Casa Grande de Cartagena, que
supuso la expulsión del rebelde Joaquín del Pino.
El acuerdo puso fin a una larga
pelea entre los cinco hermanos que duraba desde la muerte del
patriarca,
Rafael del Pino Moreno, en 2006.
Hubo dos bandos desde el principio: los hermanos María, Rafael y Leopoldo, por un lado, y Joaquín y Fernando, por otro. Este último llegó incluso a desligarse completamente de Ferrovial, a finales de 2014, vendiendo su 3,1% del capital a Rafael. Pero, como digo, las aguas volvieron a su cauce este verano, pero ojo, con un acuerdo que dejaba a los primero el 37,8% de Ferrovial, un porcentaje más que suficiente para no perder el control del grupo a los
díscolos. Eso sí, con el mando en rienda de Rafael, presidente desde de Ferrovial desde el año 2000.
Todo lo anterior arroja luces también para comprender las cuentas en los nueve primeros meses del grupo, que poden de manifiesto que ha importado más el
beneficio que la
deuda, que se acerca peligrosamente a los 6.500 millones. Lo más lógico hubiera sido reducir la segunda a costa de rebajar lo primero. Se repite, en consecuencia, lo que ocurre también en otras empresa con presencia importante de accionistas familiares, que exigen su parte. Ocurre lo mismo en Acciona con los Entrecanales.
Esa deuda representa el 90% de las ventas del grupo, que han sido de 7.233 millones, un 11, 5% más. El beneficio bruto de explotación (
ebitda) también crece por encima de los dos dígitos, un 16,2%, hasta los 815 millones.
En el aumento del 79% del beneficio han sido determinantes los extraordinarios como los ajustes de derivados en el holding
HAH, la desconsolidación de la autopista Ocaña-La Roda, la dotación de provisiones de Autema y la venta de la autopista ITR en EEUU.
Y a la luz de esos resultados queda claro también que la Ferrovial cada vez más de Rafael del Pino Calvo-Sotelo se ha convertido ya en una empresa de
servicios -vía por la que suma una cartera de 23.039 millones- y cada vez menos de
construcción: la cartera es de 8.249 millones. La primera aumenta un 3% y la segunda, un 1,9%.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com