• El problema de los bancos medianos: aguantar el tirón de los grandes en la captación de productos fuera de balance.
  • El negocio típico, por los suelos: el margen de intereses cae un 19,14% y el margen bruto se sostiene por la venta de la filial inmobiliaria.
  • A Ibercaja también le afecta la depreciación de los bonos de la SAREB, que constituyen el 15% de su cartera.
  • La mora sigue elevada (8,9%) y, lo peor, más de la mitad son créditos no inmobiliarios que, a la larga, resultan más difíciles de cobrar.
  • Otro problema: los próximos vencimientos de deuda, sobre todo Cocos.
  • Recetas para 2016: cierre de 22 oficinas, reducción del 3% de los costes de personal, estabilización de los márgenes de interés, crecimiento del negocio fuera de balance y venta de activos improductivos.
Al límite del plazo reservado para la presentación de los resultados del primer trimestre de este ejercicio, la entidad presidida por Amado Franco (en la imagen) ha  publicado, de nuevo, unos resultados que nos vuelven a dejar muchas dudas sobre su marcha financiera. Ya en nuestro análisis de las cuentas del ejercicio 2015 comentábamos que el negocio bancario ya no es negocio. Ahora, las entidades nos lo están corroborando. En el caso de Ibercaja, ni más ni menos que con un beneficio un 32,05% menor que el obtenido en el mismo periodo de 2015. En euros, 16,6 millones menos. Pero el problema no es solo el beneficio sino el resultado de su actividad bancaria, que arroja un margen de intereses 32,2 millones de euros inferior al del ejercicio 2015, un 19,14% en términos porcentuales. El resultado de operaciones financieras (ROF) tampoco ha sido positivo, ya que descendió un 21,5%. Ibercaja ha salvado un poco el margen bruto -sube un 10%- gracias al aumento en las comisiones cobradas ( 21,5%) y, en especial, gracias al aumento de otros resultados de explotación -61,8M€ más que en 2015-, logrados gracias a los 69,3M€ de la plusvalía obtenida por el traspaso de su filial de gestión y comercialización de inmuebles a Aktua. La compañía ha dotado, hasta marzo, un total de 116M€ en provisiones, aprovechando la plusvalía obtenida de la operación con la gestora de activos Aktua, por lo que se ha llegado a los 28,9M€ de resultado neto que, como ya hemos visto, son 13,7 millones menos que el 2015. Como en el ejercicio anterior, parece que Ibercaja se ve incapaz de aguantar el tirón de una contribución menor del negocio mayorista a su cuenta de resultados. Probablemente, tal y como nos lo han demostrado a lo largo de estas semanas las grandes entidades, el complejo entorno de los tipos de interés está marcando las cuentas de resultados. En el caso de Ibercaja hablamos, en especial, de la depreciación de los bonos de la SAREB -representan un 15% de su cartera-, de un 0,8% a un 0,1%. El problema para entidades como la que preside D. Amado, es saber si va a poder resistir con su estructura actual, ya que deja una parte importante de su cuenta de resultados al albur de los productos fuera de balance, basándose en su grupo financiero 100% de su propiedad, y que le ha aportado 42,7M€ de los 80,4M€ de comisiones netas en el trimestre. Pero esta solución no es eterna ya que las cuotas de mercado que puede alcanzar son limitadas -actualmente, 4,09% en Fondos de Inversión, 5,74% en Fondos de Pensiones y 3,66% en Seguros de Vida-, y más todavía cuando las grandes entidades están 'machacando' este mercado en busca de un respiro para sus cuentas de resultados. Otro punto débil está en la tasa de morosidad del 8,9%, que representan 3.032M€, que ya tiene una importante tasa de cobertura del 52,6%. Pero de esos 3.032M€, 1.145 son debidos a créditos inmobiliarios y 1.887 al resto de créditos, que en este último trimestre solo se han visto reducidos en un 7,5%. Hay que tener en cuenta que el tiempo que pasa va reduciendo su posibilidad de cobro. Probablemente, los activos inmobiliarios adjudicados, que son 1.846M€, debido a la coyuntura actual de mercado, sean los que puedan tener una mejor salida. Pero, ¿a qué precio? Otro posible problema: el perfil de vencimientos próximos, 387M€ en preferentes y CoCos. Pueden ser un quebradero de cabeza si se unen a los 543M€ de vencimientos de cédulas, en el especial, si se tienen en cuenta los 507M€ de vencimiento de este ejercicio. Hasta el 2020 no tendrá vencimientos de importes superiores. Las recetas para lo que resta del 2016 son las típicas: cierre de 22 oficinas, reducción de los costes de personal en un 3%, estabilización de los márgenes de interés, crecimiento del negocio fuera de balance y venta de activos improductivos. Típicos y tópicos, y no muy imaginativos, pero es que la estructura de la entidad no permite más y el mercado está como está. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com