La presentación de cuentas de Inditex del miércoles puede ser un punto de muestra para empezar a ver de forma más real cual puede ser la incidencia de la crisis que aún estamos viviendo, con la pandemia mundial del Covid-19. Digo esto ya que la sociedad presidida por Pablo Isla es la primera que por su ciclo contable de febrero a enero, ha recogido en las cuentas de su primer trimestre (febrero-abril) ya como mínimo dos meses de confinamiento y cierre de tiendas físicas en España, y posiblemente algo más en las tiendas de los países orientales y Centro Europa. Al final, del trimestre reportado permanecían abiertas 965 tiendas en 27 mercados, de las 7.412 que posee.
Resulta evidente que el impacto en la cuenta de resultados ha sido importante, unas pérdidas de 409 millones de euros (M€) frente a los 734M€ positivos registrados en el mismo periodo de 2019. Por primera vez en su historia reciente, la compañía presenta unos resultados negativos, aunque sean intermedios.
Pero no seamos negativos y hagamos como los inversores inteligentes, la cotización del líder mundial del textil al cierre del miércoles fue de 26,17€. Al cierre del artículo, las compras la estaban elevando a 26,21€. Puede parecer una locura que con beneficios el mercado haya estado castigando el valor de forma reiterada, pero los motivos económicos de que la tendencia haya cambiado parecen claros y los vamos a ver enseguida.
Con los costes mantenidos resulta más que inevitable que el Ebitda sea de 484M€, 1.191M€ menos que hace un año, y que el margen Ebitda baje hasta el 14,6% (-48,4%)
Las ventas han descendido un 44,3% (-2.624M€) y los costes por ventas también se reducen en 1.028M€ un 43,8 en términos porcentuales. El margen bruto es de 1.930M€, un 45% inferior al registrado en 2019 y el bruto porcentual del 58,4% solo es un 1,1% inferior al del pasado ejercicio.
Los gastos de explotación, 1.448M€, se han visto reducidos en 394M€, este descenso se registra a pesar del compromiso con sus 25.000 trabajadores en España de mantenerles hasta mediados de abril fuera de un ERTE y si al final se aplicaba, complementar hasta el 100% de su salario. Como saben, a día de hoy, no ha hecho ninguno. Con estos costes mantenidos resulta más que inevitable que el Ebitda sea de 484M€, que suponen 1.191M€ menos que en el mismo periodo del ejercicio 2019 y que hacen que su margen de Ebitda baje hasta el 14,6%, un 48,4% menos que en 2019.
Dentro del epígrafe de Amortizaciones y Depreciaciones ha registrado una provisión por 308M€ para el programa de optimización de tiendas y que llevará al cierre por absorción de 1.729 de ellas. Sin esta provisión extraordinaria el resultado neto obtenido ascendería a -175M€.
No quisiera ni imaginar las cifras, si Inditex no hubiese tenido tan adelantado su programa de digitalización comercial: las ventas ‘online’ suben un 50% durante el trimestre
No quisiera ni imaginar las cifras, si Inditex no hubiese tenido tan adelantado su programa de digitalización comercial y que en el mes de abril registraron un aumento del 95% en ventas online y de un 50% en el total del trimestre.
Como la necesidad siempre hace virtud, Inditex ha presentado una actualización de su actuación estratégica 2022, que en la práctica supone un acelerón a sus proyectos de digitalización e integración de tiendas. A estos dedicará 900M€ anuales hasta 2022 más 1.000M€ a lo largo de los tres ejercicios para el proyecto digital.
La liquidez de la compañía se ha visto reducida en 908M€ por la lógica reducción de generación por ventas, pero esa cifra que da tanto miedo a los inversores que no comprenden el modelo de negocio que tiene Inditex, que es el fondo de maniobra operativo, es de -604M€, mientras que en 2019 era de -2.536M€. Esto muestra una extraordinaria flexibilidad de la gestión de stocks de la compañía que veía reducidos en 2.419M€ el saldo de Acreedores corrientes.
Aún queda mucho para recuperar una relativa normalidad y tendremos que ver que pasa ahora con el impacto del Covid-19 en los mercados americanos, a los que ha llegado y se mantiene con fuerza en estos meses posteriores al cierre. Pero lo que queda encima de la mesa es que Inditex lo tiene muy claro o son unos temerarios, con las decisiones de inversión y reestructuración comercial. Lo que si que queda meridianamente explicado es que Inditex cree en Inditex y en su modelo de negocio.
Y parece que el mercado también.