- El banco vasco ha ganado 54,1 millones de euros ( 0,4%), pero aumenta el margen de intereses un 2,1% (en 2014 cayó el 13,3%).
- De momento, la transición de Mario Fernández a Gregorio Villalabeitia está siendo tranquila salvo en el aspecto político.
- Comienza a dar crédito, con dos destinos fundamentalmente: el hipotecario (44,5%) y las pequeñas empresas ( 28%).
- La entidad reduce además casi un punto la tasa de morosidad, al 9,76%, frente a la media del 12,5% en el sector.
Kutxabank comienza a corregir el rumbo y lo prueban los resultados del primer trimestre. Ya se sabe que la caja vasca es sobradamente solvente, como probaron los test de estrés del BCE en 2014, pero no avanzaba -más bien tropezaba- hacia la rentabilidad. Ya no se puede hablar de un negocio típico en caída libre, que coincidió en el tercer trimestre con el relevo en la presidencia de Mario Fernández a Gregorio Villalabeitia (en la imagen). Algo ha cambiado, por tanto, respecto a las cuentas de 2014 en su conjunto. Otra cosa es el trasfondo político de la sucesión, enredado por el caso Cabieces, tras la denuncia presentada por Kutxabank contra el anterior presidente, el nacionalista moderado Fernández. El beneficio neto entre enero y marzo ha sido escaso, 54,1 millones de euros, apenas un 0,4 % más, pero el margen de intereses avanza un 2,1%, hasta 155,2 millones de euros. No es para tirar cohetes, pero ya no baja (en 2014, la caída fue del 13,3%). Si Kutxabank avanza por esa vía irá a más el negocio típico bancario (margen entre créditos y depósitos). Con todo, los 155,4 millones del margen de intereses son menos de la mitad del margen bruto, que cae un 12,3%, hasta 322,3 millones. Pero no todo es gris: este año no ha tenido los ingresos extraordinarios del año pasado en ese periodo. El margen bruto se apoya de un modo significativo en el aumento de las comisiones ( 7,6%, hasta 90,1 millones), y la caída del ROF (resultado por operaciones financieras), que ha descendido un 63,9%, hasta 33,2 millones. En otras palabras, el recurso fácil al BCE se ha acabado y el banco ha espabilado en la colocación del dinero de sus clientes en fondos de inversión o de pensiones. Paralelamente, el margen de explotación se ha reducido un 22,9%, hasta 133,4 millones, gracias a la contención de los gastos de personal ( 0,3%) y a la reducción de un 14,2% en las amortizaciones (13,9 millones). Además, Kutxabank ha recortado sustancialmente la partida de dotaciones para insolvencias (un 38,9%), hasta 81 millones. La entidad vasca, que ha conseguido reducir casi un punto la tasa de morosidad (al 9,76% frente a la medida del 12,5% en el sector), destaca la evolución positiva del negocio recurrente, gracias a la recuperación de la demanda de crédito, especialmente el destinado a préstamos hipotecarios ( 44,5%) y a pymes ( 28%). En estos momentos, según Kutxabank, el 74% de los activos netos del grupo están constituidos por créditos a clientes. Rafael Esparza