Meliá ganó 9,5 millones de euros entre enero y marzo de este año, un 26,8% menos que en 2018, pero tranquilos: estaba más o menos previsto porque la Semana Santa de este año se ha celebrado en abril y no en marzo. A esto hay que añadir la compleja situación de Cuba, la inestabilidad en Venezuela y las alertas de EEUU acerca de algunos destinos turísticos de México.
En este contexto, los ingresos de la compañía se redujeron un 2%, hasta los 393 millones y el Ebitda cayó un 4,5%, hasta los 93,1 millones. Por su parte, el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) se redujo un 2,5% por la caída de la ocupación en el segmento vacacional.
Lo peor, sin embargo, no es nada de lo anterior, sino las previsiones para este verano, que lo sitúan, como mucho, al mismo nivel que el de 2018. Eso es en lo que se han fijado los analistas y lo que ha provocado la caída en bolsa de Meliá, que este jueves retrocede más de un 2,5%, hasta los 8,04 euros por acción.