- La bolsa pasa factura al grupo Villar Mir.
- El castigo está resultando excesivo.
- Pero es que no se trata de una cuestión de deuda o de capacidad de generación de recursos.
- Lo que no está claro es la estrategia. Y el nuevo presidente, Juan Villar-Mir de Fuentes, tendrá que explicarla.
El varapalo que está sufriendo
OHL en
bolsa a lo largo de este año es indicio claro de la poca confianza que suscita la actividad de la constructora. La importante caída de la cotización este lunes, tras la
presentación de resultados del pasado viernes, marca una continuidad en la caída de la capitalización de la empresa. En total,
algo más del 40% de caída a lo largo del año, que si bien puede estar justificada por el entorno y la evolución general del mercado, resulta un indicio de que las cosas no van bien del todo. Y ello pese al incremento del volumen de
ventas en un 7,9% en el segundo trimestre hasta 2.076 millones de euros y la
reducción del endeudamiento en un 12,4%, hasta los 3.510 millones de euros, una importante caída.
Todo ello enmarcado en la ampliación de capital y en la finalidad programática de reducir la deuda con recurso y cumplir con la política financiera de mantener el apalancamiento con recurso por debajo de 2x.
Por tanto la llegada de
Juan Villar-Mir de Fuentes (
en la imagen) a la Presidencia, precisa afrontar, no tanto un peor comportamiento de la entidad, sino especialmente una
falta de confianza plena en el futuro del Grupo. La información de que los datos de las cuentas semestrales reflejan un agujero en
México de 2.983 millones de euros aplicando un poco de contabilidad creativa al reflejar ingresos como parte del activo financiero no es una buena noticia para nadie, dada la no exigibilidad de tales importes.
Más importante resulta el hecho de que el aumento de las ventas no se refleja adecuadamente en una mejora del
Ebitda, el cual queda en 385 millones de euros, con una reducción del 10,5% respecto al ejercicio anterior, consecuencia de una reducción importante de los
márgenes. El
tipo de cambio, como viene siendo habitual en todas las empresas internacionalizadas, tiene un efecto lapidario en el resultado final, en la medida que los datos habrían sido positivos en un entorno estable en el mercado de divisas. Mucho pedir cuando los bancos centrales sólo tienen en mente invadir el mercado de dinero como solución a los males de los gobiernos sociales que nos gobiernan.
En este análisis de datos debe llamarnos la atención de la evolución del Ebitda, el
cash derivado de las concesiones, con una caída del 1,4%, pero con una evolución positiva del 8,8% dado el fuerte crecimiento del tráfico, tras asumir el maldito tipo de cambio constante. La caída del beneficio atribuible en un 94,3%, consecuencia del impacto negativo debido al resultado extraordinario en Chum & Doha, y el tipo de cambio resulta lapidarios para la cuenta de resultados de la entidad y la confianza de los inversores.
En el ámbito de los segmentos de actividad, la evolución de OHL
construcción parece la adecuada. En el primer semestre de 2016, los datos de venta experimentan un aumento anual del 13,6% hasta los 1.555 millones de euros pero, nuevamente, con una acusada caída del Ebitda del 57,1%, respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Malos datos si lo que buscamos es la confianza en los inversores.
Por su parte, en el terreno de las
concesiones se refleja una variación positiva de las ventas en un 4% hasta los 219 millones de euros, con un Ebitda estancado en los 331 millones de euros y un
cash Ebitda de 138 millones de euros, afectado, sin duda por el efecto tipo de cambio, incapaz de ser gestionado adecuadamente por el grupo. Todo ello se debe a una evolución positiva general y sólida del
tráfico y una adecuada rotación de activos y adjudicación de nuevas concesiones en Chile y Perú.
El resto de divisiones siguen ganando tamaño, pero nada más. OHL
industrial disminuye las ventas en un 22,7%, pero con un efecto positivo en la cuenta de resultados al reflejar un Ebitda negativo de 12 millones de euros y una variación anual del 46,5%. OHL
servicios recoge una caída del EBITDA del 88,9% con unas ventas un 4% superiores hasta los 92 millones de euros. Finalmente, en el terreno de
desarrollos, las ventas estancadas en torno a 72 millones de euros son capaces de incrementar el Ebitda en un 76,5%, hasta 21 millones de euros.
En definitiva, sin meternos mucho con la familia Villar Mir, muchas noticias contradictorias como para poder afrontar con optimismo como inversor en comportamiento de la entidad. Quizá con el tiempo se convierta en una oportunidad de inversión, pese a que cotiza con un importante descuento respecto a las expectativas de precio objetivo. Primero deberán arreglar la confianza en su información contable y luego ya veremos.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com