- Su Ceo y ex ministro no desperdicia una oportunidad para hundir a cualquier posible sucesor.
- Al tiempo, sus inversiones en México pueden ser su ruina y el poderoso Carlos Slim está dispuesto a facilitársela.
- Y lo más difícil: pese a todo, Villar Mir se empeña en mantenerse al frente de la nave y no hacer sitio a su heredero natural, Juan Villar-Mir de Fuentes.
- A la desesperada, OHL ha contratado a Estudio de Comunicación para que mejore su imagen.
- ¿Los resultados? Como siempre buenos y, desde hace dos años, con un apalancamiento preocupante.
- Don Juan Miguel: ceda usted el testigo a su hijo Juan, mejor ya mismo.
Resultados de OHL, el grupo del que es propietario, más que presidente, Juan Miguel Villar Mir: no son malos pero el error, como ya hemos repetido miles y miles de veces, es que Villar Mir se ha quedado demasiado, mantiene un control férreo sobre las decisiones corporativas y encima está más empeñado en recibir honores en España que en trabajar fuera del país (tiene 82 años), un terreno, el extranjero, de donde procede cerca del 90% del Ebitda. El fichaje de Josep Piqué, ex ministro de Aznar, como Ceo, marca un antes y un después. Hasta su llegada, el grupo apenas tenía deuda, trabajaba en negocios de cobro diario y utilities y se la jugaba con grandes construcciones con un porcentaje importante de ingeniería en su realización. Con la entrada de Piqué, Villar Mir se ha dedicado a recibir galardones y a introducirse en negocios como el financiero o el hotelero, que no le aportan nada nuevo. Además, con una sucesión siempre pendiente, Josep Piqué se ha dedicado a interferir en todo aquello que ayude a hundir a cualquier posible sucesor. Por ejemplo, a su yerno, Javier López Madrid, acorralado con denuncias más mediáticas que judiciales, de corte sexual. Al mismo tiempo, Piqué no tiene el menor empacho en desacreditar como sucesor al primogénito de Villar Mir, Juan Villar-Mir de Fuentes, a quien tapona en la línea ejecutiva con el argumento de que su destino es el holding patrimonial de la familia. En definitiva, Juan Miguel Villar Mir tiene un frente abierto con Josep Piqué, otro con Carlos Slim, a quien se acusa de haber revuelto el reciente escándalo en México, y otro contra sí mismo, porque se niega a retirarse de la primera línea y ceder los trastos a su hijo Juan. A la desesperada, lo que jamás hubiera hecho años atrás, Villar Mir ha contratado los servicios del mago Ladislao Azcona, es decir de Estudio de Comunicación, para mejorar su imagen. La verdad es que el experto en situaciones de crisis es Llorente y Cuenca, no Estudio de Comunicación, y mucho menos en Iberoamérica. En cualquier caso, vivimos a la desesperada. Pero OHL es un gran grupo... que forjó Villar Mir. Tiene mucha grasa que perder. Presidente: ceda usted los trastos a su hijo, que está preparado para afrontar la situación y no quiera ser presidente ni hasta los 102 ni hasta los 122 años. Eulogio López eulogio@hispanidad.com