Continuamos con la semana de presentación de resultados de sociedades del Ibex-35 y el Santander es uno de los más grandes y esperados. La entidad financiera que preside Ana Patricia Botín, el pasado trimestre pasado nos dejó un tremendo escalofrío al presentar un resultado neto atribuido de -10.798 millones de euros (M€). Sí, por primera vez en su historia, el primer banco fusionado en el sistema español por 1€ presentaba ‘números rojos’ en su cuenta de resultados.
Este tercer trimestre, a pesar de que en el segundo parece que se les fue la mano con unas dotaciones por ajustes de los fondos de comercio por 10.100M€ (6.101M€ por el negocio en Reino Unido y 2.330M€ por el de EEUU), la duda que aún me queda es si han aprovechado la situación para aflorar estas pérdidas. Para mí la contestación es que sí la han aprovechado.
Pero vamos a ver los resultados presentados este martes que, a pesar de que en el acumulado del año continúa con un beneficio neto atribuido de -9.048M€ cuando en el pasado ejercicio llevaban en este mismo periodo era de 3.732M€, en este tercer trimestre el beneficio ha sido de 1.750M€. La crisis Covid se empieza a asomar a las cifras de negocio y así el margen bruto registrado, 33.355M€, resulta un 9,6% inferior al de 2019 (-3.547M€) y dentro de él descienden un 25,6% los dividendos recibidos, un 14,3% las comisiones netas, un 9,3% el margen de intereses y 533M€ los ingresos por dividendos. Por dar una sensación de alivio, este tercer trimestre en comparación con el de 2019, el margen crece un 6%.
Los costes de explotación se han reducido en un 8,8%, pero estoy convencido que ha sido por el efecto confinamiento de los primeros meses del ejercicio, ya que en este tercer trimestre solo lo hacen en un 0,8% en comparación con 2019, con cifras tan llamativas como -10% en Polonia y España o 6% en Portugal y Reino Unido. Los costes de reestructuración de este ejercicio (1.014M€) han sido casi un 60% inferiores a los de 2019.
Una de las consecuencias esperadas de la crisis es la complicada gestión del riesgo que está obligando a las entidades financieras a verdaderos equilibrios y a pesar de que en el tercer trimestre las dotaciones por insolvencias fueron de 2.535M€, mientras que en 2019 fueron 3.108M€, por el contrario, en el acumulado del ejercicio esta cifra se eleva a 9.562M€, un 41,7% más que en 2019. Las cifras de morosidad del 3,15% (3,47% en 2019) pueden verse elevadas ya que la entidad tiene concedidas moratorias como consecuencia de la crisis sanitaria por unos 114.000M€, un 13% de su cartera de riesgo crediticio, de las que ya han vencido el 66% y se encuentran en el stage 3 (morosidad) solo el 2%. La mora en España (5,98%) continúa por encima de la media del sector (4,74%).
Con estas cifras presentadas hoy en las que la entidad sale de números rojos, la “euforia” de la señora Botín en la Junta General de Accionistas, celebrada la mañana del martes 27, en la que se ha aprobado un dividendo de 0,10 euros por acción, saltándose las recomendaciones del regulador, trata de conseguir una cortina de humo sobre la verdadera situación del Santander
La cobertura de la morosidad ha crecido del 67,3% al 76,0% lo que ha ayudado a que el coste del crédito haya subido del 1,0% al 1,27%, lo que da una clara imagen del horizonte que se espera y del deterioro de la calidad del crédito, y todavía falta un trimestre que ya en principio promete ser económicamente muy difícil por la parálisis de movilidad y limitación de actividad decretada de forma poco meditada.
La entidad se encontraba hasta hace poco entre las más eficientes, pero las cifras van bajando de forma constante ya que a finales de 2019 quedaron en un 47%, el acumulado de este ejercicio es del 46,8%, pero este último trimestre el ratio ha sido del 45,8%. Tampoco es alentadora la cifra de que la deuda emitida a medio/largo plazo en estos nueve meses ya que ha ascendido a 27.000M€.
Los ratios de solvencia han crecido por las medidas transitorias del regulador, así el CET1 pasa del 11,30% al 11,98%, pero evidentemente los de rentabilidad son descorazonadores: ROE de 5,90% en 2019 a -8,54% y RoTE de 10,48% a 3,30% actual. La capitalización bursátil en este mismo sentido ha pasado de ser de 61.986M€ a 31 de diciembre pasado a 26.582M€ al cierre del tercer trimestre.
Con estas cifras presentadas hoy en las que la entidad sale de números rojos, la “euforia” de la señora Botín en la Junta General de Accionistas, celebrada la mañana del martes 27, en la que se ha aprobado un dividendo de 0,10 euros por acción, saltándose las recomendaciones del regulador, trata de conseguir una cortina de humo sobre la verdadera situación del Santander, y como mínimo ha conseguido frenar hoy la bajada continua de cotización. Pero, ¿la situación de la entidad está para obviar su realidad económica por 0,10€ por acción? Creo que esto no acaba aquí y veremos cómo cierra el ejercicio actual realmente.