• El Nuevo Orden Mundial (NOM) teme la explosión social global.
  • El sistema económico imperante, el capitalismo financista, no nos está llevando al proteccionismo comercial, sino al populismo comunistoide.
  • En otras palabras, Christine Lagarde no sabe cómo justificar una crisis que no cesa, una crisis económica permanente.
  • Muchos empiezan a creer que el librecambismo sólo ha servido para que el pez grande se coma al chico y el rentista al productor.
Vísperas de la reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). Uno de los organizadores asegura  Hispanidad que se palpa miedo entre los grandes de la deuda mundial, en esa ONG teledirigida que es el Banco Mundial. Pero sobre todo en el FMI, liderado por Christine Lagarde, hay temor, casi pánico, no sólo porque la economía global no crece al ritmo debido, sino porque según la cúpula del FMI, en la cúpula del sistema financiero mundial, "resurge el proteccionismo". La verdad es que desde el nuevo modelo chino es una tiranía encerrada en sí misma pero una economía abierta: comunismo político y capitalismo económico. Lo que ocurre es que el librecambismo se ha entendido como la presión de lo grande sobre lo pequeño y con un proceso global de explotación laboral, donde el rentista se ha impuesto al propietario y el financiero al empresario y a los asalariados. El capitalismo del FMI, el pensamiento económico dominante, ha provocado la reclusión de la propiedad privada dentro de grandes grupos tanto privados como públicos. Por otra parte, el sistema económico imperante, el capitalismo financista, no nos está llevando al proteccionismo comercial, sino al populismo comunistoide. En otras palabras, Christine Lagarde no sabe cómo justificar una crisis que no cesa, una crisis económica permanente. Muchos empiezan a creer que el librecambismo y la globalización sólo ha servido para que el pez grande se coma al chico y para que surja un descontento global. Eso sí que da miedo. El Nuevo Orden Mundial (NOM) teme la explosión social global, una especie de revolución mundial de indignados (para los amantes de las siglas, RMI). Y oiga, eso da mucho miedo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com