- El líder naranja no se explica el "pasteleo" del PP con los nacionalistas, al tiempo que culpa al PSOE del bloqueo.
- Que se agote o no la legislatura está condicionado, dice, a que "Rajoy cumpla su palabra".
- Lamenta que el presidente no ha contactado con Aznar o González durante el golpe independentista.
- Y califica de "desastrosa" la gestión de Gobierno con la crisis catalana, antes, durante y después del referéndum del 1-O.
El mismo día en que
Rajoy se ha declarado convencido de que habrá
Presupuestos para 2018,
Albert Rivera, líder de
Ciudadanos, se ha preguntado "cómo es posible que se haga depender algo que afecta a todos los españoles de los votantes del
PNV, que representan apenas el 0,6% del conjunto de los votos".
Ataque en la línea de flotación, no el único, contra uno de los
cánceres de la política de los "
viejos partidos", a juicio del líder naranja, que carecen "de un proyecto nacional", y contra Rajoy, en particular, al que ha pedido "que tenga palabra".
Puyas, en fin, a diestro y siniestro de Rivera, que ha aprovechado su intervención, este miércoles, en el desayuno informativo de
Nueva Economía Fórum, para repasar algunas interrogantes sobre el momento político y relanzar su meta, más ambiciosa, el asalto a la Moncloa cuando toque (electoralmente). ¿Cuándo tocará?: que se agote o no la legislatura, ha dicho, depende de que "Rajoy cumpla su palabra", algo que no hace.
Bien es cierto que Rivera, en paralelo, representa a un
partido emergente y centralista, nada complaciente por eso mismo con los
nacionalistas, y que no gobierna, sino que a lo sumo suma -valga la redundancia-, en cuestiones como los Presupuestos, que dependen de un cómputo de escaños y el
PP no lo tiene.
Desde esa posición, ha acusado al PP
"pastelear" al PNV, y al
PSOE, que apoya a los nacionalistas vascos en los Presupuestos de esa comunidad, de "ser el
culpable del bloqueo".
La oportunidad le venía que ni pintada, crecido tras la
victoria electoral en Cataluña, de la que ha presumido frente a la derrota, sobre todo, del PP. Pero Rajoy, a pesar del
golpe independentista, no contactó con los expresidentes
Aznar o
González, como él.
A Rivera se le entiende todo, dicho sea, y da mil titulares en cada intervención, al margen de lo sibilino que sea para contestar, por ejemplo, sobre sus contactos con
Aznar (también a preguntas de
Hispanidad). Los ha admitido, pero dándole la vuelta a la pregunta: sería "raro" que lo hiciera, ha dicho, entre otras cosas porque no tiene el "síndrome Moncloa" que padece
Rajoy.
El dirigente de
Ciudadanos ha destacado, frente a Rajoy o
Zapatero, el proyecto nacional, no de partido,
Aznar,
Felipe González y
Adolfo Suárez. Lo ha dicho, además, en presencia del uno de los exministros de Aznar,
Eduardo Serra (
en la imagen, junto a Rivera), que le ha presentado en el acto
poniéndolo por las nubes. ¡Qué cosas!
Eso explica, a juicio de Rivera, la
bofetada electoral al PP en las elecciones catalanas. No sólo advirtió a Rajoy, ha asegurado, de la necesidad de aplicar el
artículo 155, sino de todo lo que ocurrió el
1-0 y de lo que ocurriría después. Para Rivera, la gestión del Gobierno de esa crisis ha sido "
desastrosa", antes y durante el
referéndum ilegal, por la falta de información y por la trascendencia internacional que permitió con sus chapuzas. Y en esas sigue, ha añadido, mientras "
un prófugo, Puigdemont", mantiene el pulso al Gobierno con su
show.
Rafael Esparza