José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), presentaba la mañana del jueves los resultados del ejercicio de 2018. Obtienen un beneficio de 14.846 millones de euros, es decir, un 23% más. Asimismo, la morosidad baja hasta el 4,1% y la solvencia aumenta hasta situar el fully loaded en el 11,3%. Ahora bien, entre tanto dato, el presidente comentaba que “las discusiones sobre economía sostenible no son una moda, han llegado aquí para quedarse”.
Y es que un 20% de la presentación versaba sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Detallaba que el Centro Financiero para la Sostenibilidad en España tiene como foco las propuestas de Naciones Unidas ligadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; propuestas que no son más que la punta de lanza de la masonería internacional. Así, desde la AEB insisten en las consecuencias del cambio climático… prestando especial atención a las PYMES, “donde el sistema financiero puede aportar más”. Ya solo le queda preocuparse por el feminismo...
En 2018 se cerraron 562 oficinas y se prescindió de 1261 empleos
Los tipos bajos son el segundo gran tema que atormenta a la banca: “hay que acabar con ellos”, afirmaba Roldán. Si la situación no cambia, el presidente advierte que “en un entorno en el que no mejoran los tipos, deberá mejorar la eficiencia y una forma de lograrlo son las fusiones”. Sin embargo, “si no hay fusiones transfronterizas, estamos en una situación en la que la unión bancaria habrá fracasado”.
Y de las fusiones -sobre las que no se puede trazar un mapa ideal porque “es complicado”- a la España vacía. Explica que el cierre de oficinas ha sido de entidades de tamaño medio, en zonas donde había sinergias. En cifras: se cerraron 562 oficinas y sucursales tanto en España como en el extranjero a lo largo de 2018; respecto a los trabajadores, prescindieron de 1261 empleos. En cuanto a la digitalización, apuestan por proveer de forma telemática de servicios financieros en las zonas rurales.
Roldán no ha entrado en el tema de las elecciones, aunque se ha limitado a pedir al futuro Gobierno “certidumbre y estabilidad”. Preguntado varias veces sobre las afirmaciones de Pablo Iglesias sobre que la banca no paga impuestos y que debería devolver el dinero prestado, responde alegando que “ya pagamos muchos impuestos”, “somos el segundo sector que más paga” y aclara que “ninguno de los bancos de la AEB recibió ni un solo euro del dinero público, es más, contribuyeron con 20.000 millones de euros”.