Tiene mucha experiencia y es locutora de culto para la izquierda. Rosa María Mateo ha sido ascendida a administradora única de la Corporación RTVE… para que el PSOE gane las elecciones, que se suponen serán tempranas. Porque experiencia de gestión no tiene ninguna.
Su discurso de apertura, en el Congreso, con honores de jefe de Estado, tuvo una virtud y un defecto. Fue corto e hipócrita. Lo primero no precisa glosa, lo segundo sí.
Porque Mateo hizo ese discurso tan progresista que mientras tiende la mano golpea con el pie. Aseguró que lo que ella buscaba era un sueño… aunque el sueño, patada al PP, solo se había cumplido en contadas ocasiones y que, en cualquier caso, se trataba de volver a otra época.
¿Pluralismo e independencia? Pero si son incompatibles
Deseó nuestro adalid de la concordia, que todo el mundo se sintiera cómodo en RTVE, fuera cual fuera su ideología “o su religión”, porque aquello debía ser un templo del “pluralismo” y la “independencia”. Mire usted, el pluralismo en un medio informativo no es más que esquizofrenia y la independencia consiste en que en un medio debe mandar la conciencia rectamente formada del periodista. El problema de los progresistas es su convencimiento de que nadie puede presumir de una conciencia bien formada, dado que todo depende del color del cristal con que se mira. Al final, el progre se convierte en un tirano para todo aquel que no acepte su principio primero: que no puede haber principio alguno salvo el del pluralismo. Es decir, que un principio vale lo mismo que otro y ninguno vale nada.
El progre niega la verdad objetiva. Así que acaba por imponer la suya a garrotazos
Un discurso corto e hipócrita. Mateo ha llegado a RTVE para que Sánchez gane sus primeras elecciones.
Resumiendo: Rosa María Mateo es una progre. El progre niega la verdad objetiva. Así que acaba por imponer la suya a garrotazos. Es lo que va a ocurrir en RTVE.