Rusia, Turquía e Irán reafirmaron su compromiso de cooperar y trabajar juntos en busca de una salida a la guerra civil en Siria, durante una cumbre tripartita en esta capital, en la que también abogaron una vez más por la soberanía, unidad e integridad territorial del país árabe, recoge El Economista.
En una declaración conjunta sobre Siria, los presidentes Vladimir Putin de Rusia, Recep Tayipp Erdogan de Turquía y Hasán Rohaní de Irán confirmaron su intención de seguir cooperando en favor del fin del conflicto sirio, impulsando el proceso de Astana, patrocinado por los tres países.
Asimismo, se comprometieron a intensificar la lucha para erradicar al Estado Islámico (EI), al ex Frente al Nusra y a todos los grupos vinculados a Al Qaeda, pero diferenciar esas organizaciones terroristas de las agrupaciones armadas de la oposición, además de priorizar la prevención de la muerte de civiles.
Los tres mandatarios coincidieron en que la paz en Siria se alcanzará mediante unas elecciones "libres, justas y transparentes" en las que participen todos los sirios y se celebren bajo la oportuna observación de las Naciones Unidas, según la agencia turca de noticias Anadolu.
En conferencia de prensa tras la reunión trilateral, Erdogan subrayó la necesidad de combatir a "todas las organizaciones terroristas, sin distinción, en referencia a las milicias kurdas sirias, mientras Rohaní señaló que "algunos países, como Estados Unidos, querían utilizar a los grupos terroristas como herramientas".
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto que ha dejado más de 510.000 muertos
Por su parte, el presidente ruso denunció que los terroristas intentan envenenar el proceso de pacificación, que ya está teniendo lugar en Siria después de derrocar al EI.
Aseguró que Rusia dispone de pruebas irrefutables de que los grupos armados estuvieron preparando provocaciones en Siria con el uso de sustancias tóxicas.
Putin, Erdogan y Rohaní llamaron a la comunidad internacional, en particular a las Naciones Unidas y sus agencias humanitarias, a incrementar la asistencia a Siria mediante suministros humanitarios adicionales y fomento de la actividad humanitaria relacionada con el desminado y la reconstrucción de la infraestructura.
Rusia e Irán, que apoyan al régimen sirio, y Turquía, que respalda a los rebeldes, son los países garantes de la tregua siria establecida a finales de diciembre pasado y patrocinan el proceso de paz de Astana, en el marco del cual se crearon en el país cuatro zonas de distensión para afianzar el armisticio.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto que ha dejado más de 510.000 muertos, más de dos millones de heridos y cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países, de acuerdo con cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).