Dentro del rally de presentaciones de hoy, vamos a ver las cuentas cerradas a 30 de septiembre de uno de los “outsiders” de nuestras entidades financieras. Y yo le doy esta calificación desde una posición del más profundo respeto que tengo por la entidad vallesana que dentro de Catalunya es el “pariente pobre” de la elite financiera catalana, a la que los nacionalistas no se han acercado porque, para sus dirigentes, antes ha estado el ‘negoci’ que la política y porque no… porque en los peores momentos del ‘procés’ fueron los primeros en sacar su sede de Cataluña.
A mi parecer, la peor decisión del grupo presidido por Pep Oliu, por la que están pagando un alto precio, es la compra del británico TSB: buscaba una salida a Europa y se encontró con un callejón ingles, a pocos años de un brexit.
Pero vayamos a por lo que nos trae aquí, que es dar una pincelada de las cuentas cerradas a 30 de septiembre y que ya adelanto han sido algo atípicas dentro de las ya presentadas por la mayor parte de sus competidores. Para empezar, por algo bueno: el Sabadell, a pesar de haber reducido su resultado de forma sustancial, pues ha sido de 203 millones de euros (M€), un 74,1% inferior al obtenido en 2019, el resultado de ninguno de los tres trimestres ha llegado a ser negativo. El resultado ex TSB es de 358M€ un 54,6% inferior al 2019 y el del TSB ha sido de -155M€.
El margen de intereses, 2.545M€, ha sido un 6,2% inferior al registrado en 2019 pese al crecimiento del 2,5% que ha registrado en el tercer trimestre, la incidencia de la bajada de tipos se está mostrando endémica, también la falta de ingresos en cuentas durante el confinamiento. El crecimiento en el trimestre se debe a los ingresos basados en la TLTROIII, accesos a liquidez del BCE.
También las comisiones se han visto reducidas por los efectos del confinamiento, al no realizar operaciones que conllevasen el pago de estas, el descenso es de un 6,3%. Para el TSB ha supuesto un descenso del 20,5%, por la ausencia de comisiones de descubiertos en las medidas de protección COVID. Y así, el margen básico consolidado se ha reducido en un 6,2%.
Digámoslo de una vez: el Sabadell nunca debió comprar el TSB británico
En el epígrafe Operaciones financieras y resultados de cambio, recoge principalmente plusvalías por 155M€ por ventas de la cartera ALCO y -27M€ por deterioro en la participación de la SAREB, que con ello queda dotada al 100%. El margen bruto, por 3.834M€, representa un 5,2% menos que en 2019. Los costes de explotación -2.023M€- han respondido a la política de contención ayudados por los menores gastos discrecionales por motivo del confinamiento y la política de teletrabajo y muestran un crecimiento moderado del 1,1%.
El margen antes de dotaciones cierra con un -14,9% y un -9,9% ex TSB, motivado por la disminución de ingresos core.
El Sabadell ha dotado por Insolvencias, deterioros de otros activos financieros y otros un total de 1.391M€, nada menos que 823M€ más que en 2019, con motivo de la modificación de los modelos IFRS9 que incorpora los escenarios macroeconómicos con las posibles consecuencias de la pandemia. También registra 138M€ de plusvalías por ventas de activos inmobiliarios y la venta de la sociedad SDIN.
Como ya hemos visto en otras entidades, el crecimiento de la inversión crediticia ha sido general. En el caso del Sabadell ha sido del 3,2% en los tres primeros trimestres. La cifra de dudosos ha descendido un 5,3% y el ratio de morosidad desciende también hasta el 4,5%, con una cobertura del 58,2, que es de las mas bajas que hemos visto hasta la fecha en las entidades financieras.
El ratio de solvencia CET1 se sitúa en el 12,9% también de los más bajos.
Sabadell tiene previsto dentro de este ejercicio una reestructuración de costes que incluirá una reestructuración de plantilla de unos 4.000 trabajadores y cierres de oficinas.
Cuidado con la morosidad y con la escasa cobertura de la misma, una de las más bajas del sector
Conclusión: ¿las cuentas del Sabadell son buenas? No, son tan malas como las del resto del sector con un mas/menos, propio de las entidades dedicadas a un negocio como las pymes, especialmente complejo. En cualquier caso, las cuentas son malas en todo el sector bancario: para todos y todas, porque el precio del dinero sigue por los suelos y porque encima, antes del coronavirus, se ganaba dinero con las comisiones, pero ahora este renglón se ha puesto tan difícil como el riesgo de interés.
Y las fusiones no son la solución: son un espejismo de salida. El CEO, Jaime Guardiola, habla de estar abierto a lo que cree valor, pero lo cierto es que el Sabadell no quieren ir hacia otros más pequeños, mira al BBVA. Y el BBVA está en otras historia. Mayormente, en huir del abrazo del oso del Santander.