Después de que en los días pasados hicieran sus presentaciones de resultados las principales entidades financieras y parte de las compañías energéticas y telecos, este jueves llegan a la CNMV los resultados del primer trimestre de la compañía de infraestructuras y construcción presidida por Manuel Manrique, Sacyr. La comparación, después de que su cuenta de resultados del primer trimestre de 2020 recogiese los primeros efectos del confinamiento, comienza a ser positiva a pesar de que los 25,5 millones de euros (M€) de resultado neto atribuible haya sido inferior en un 20,6% al registrado en el primer trimestre de 2020, que recogía resultados extraordinarios por la venta de la autopista de Guadalmedina y otros activos.
Por lo que respecta a la cifra de negocios (1.057M€), ha registrado un crecimiento del 7,3% interanual, donde ha destacado el crecimiento del 12% en Ingeniería e Infraestructuras y del 6% en Concesiones. Tan sólo los negocios de servicios han registrado un descenso del 5% en las ventas del trimestre. El total de ingresos de explotación, teniendo en cuenta un crecimiento del 33% de otros ingresos, ha sido de 1.128M, cifra superior en un 8,6% a la registrada en el pasado 2020. Los gastos de explotación registran un crecimiento del 7%, por lo que el Ebitda de este primer trimestre cierra con 193,6M€, cifra superior en un 16,9% a la registrada en el mismo periodo de 2020, gracias al crecimiento del 24% en concesiones, en especial en México. Ingeniería e Infraestructuras también crecen en un 15% por ejecuciones de proyectos en Italia y el negocio de servicios, por el impacto del Covid, reduce su Ebitda comparativo en un 6%. El resultado después de amortizaciones y provisiones es de 151,6M€, un 14% superior al de 2020.
Los resultados financieros continúan siendo una partida que lastra la cuenta de la compañía y que en este primer trimestre registra 94M€ de costes, un 16% más que el pasado ejercicio, con una deuda neta de 5.606M€, un 7,6% superior a la de marzo de 2020, donde destacan los 237M€ de incremento de deuda por inversiones netas, y la rebaja de 194M€ por el Ebitda registrado.
Los costes por diferencias de cambio se han reducido en un 68,2% interanual hasta los 31,9M€. Por otra parte, la diferencia entre los resultados por sociedades por puesta en equivalencia y las variaciones por instrumentos financieros, partidas que contienen uno de los principales e históricos quebraderos de cabeza de Sacyr que es su participación del 7,6% de Repsol y que está protegida de minusvalías por dos estructuras de derivados que vencen en este ejercicio mientras que otras dos formalizadas con posterioridad lo harán entre 2022 y 2024. La participación actual en Repsol es de unos 122M€ que a precio actual supone el 88% del valor en bolsa de Sacyr, que realmente puede comprometer su negocio si no se cumpliesen las previsiones de la compañía hasta el 2025.
Volviendo a los resultados actuales hay que decir que, en el aspecto comercial, ha incrementado su cartera de concesiones en un 2% respecto a diciembre de 2020 alcanzando los 31.665M€, teniendo en cuenta que no están incluidas operaciones en Italia y Brasil aún no firmadas. La cartera de Ingeniería e Infraestructuras con 5.967M€ también ha crecido un 6% y en línea de los resultados, la cartera de servicios (2.567M€) se ha visto reducida en un 4% por la situación sanitaria.
Por último, un apunte sobre el contencioso de Sacyr con la Autoridad del Canal de Panamá, actualmente en proceso de recurso de arbitraje, ya que la compañía ha realizado en el trimestre un último desembolso de 95M€.
La incertidumbre sobre la participación en Repsol, a pesar del beneficio registrado, puede pasar factura a su cotización en bolsa, pues son muchas las variables que podrían condicionar sus futuros resultados a corto plazo, en función de la cotización de la energética y si no se renovasen las coberturas sobre la participación.