- Todavía no se ha abierto el concurso, pero todo el mundo da por hecho que Panamá lo convocará.
- La constructora española trata de mostrar al mundo la excelente obra realizada a pesar de los problemas financieros que siguen en los arbitrajes.
- De hecho, Sacyr está ganando más de la mitad de los contenciosos.
La segunda ampliación del
Canal de Panamá no está aún planteada de forma oficial, es decir, no se ha abierto el concurso ni se han publicado los pliegos correspondientes, ni nada de nada, pero todo el mundo da por hecho que la Autoridad del Canal acabará convocándolo. Y es que la
primera ampliación (
en la imagen), cuya inauguración está prevista para el 26 de junio, ya es un éxito comercial para el país.
¿Qué empresas podrían afrontar esa nueva ampliación? Sin duda,
Sacyr, que, con un 41,6%, ha liderado el consorcio en el que también han participado
Impregillo,
Jan de Nul y
Cusa. Hay que tener en cuenta que la segunda ampliación será el espejo de la primera, es decir,
Sacyr no tendría más que repetir la misma obra pero al otro lado de las piscinas de la ampliación recién terminada.
Por cierto, en el Gobierno español están muy molestos con la compañía italiana (
Impregillo), encargada de la fabricación de las exclusas, porque se desentendieron completamente de los problemas –huelgas, imprevistos del terreno, etc- y dejaron todo el peso de la negociación, tanto a
Sacyr como al propio Gobierno español, representado por la ministra de Fomento,
Ana Pastor. Ahora, con la fecha de la inauguración marcada en el calendario, no han dudado en apuntarse medallas.
Sea como fuere, presentándose a la segunda ampliación del Canal –insistimos, aún no hay ni siquiera borrador-, la constructora española trata de mostrar al mundo la excelente obra realizada, a pesar de los problemas financieros que siguen en los arbitrajes.
De hecho,
Sacyr está ganando más de la mitad de los contenciosos. Reclamaciones que la compañía ha elevado ahora hasta los
3.220 millones de euros, frente a los 1.426 millones de hace dos años, cuando se paralizó la obra y el Gobierno español tuvo que intervenir. En todo caso, las reclamaciones superan ya el presupuesto inicial de 2.737 millones de euros.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com