En el Sahel hay más de 1,8 millones de personas desplazadas de sus hogares por culpa de la violencia. Y, según la ONU, más de 20 millones de personas, la mitad de ellos niños, necesitan ayuda humanitaria, la cifra más alta jamás registrada en la región.
En ese contexto, Catholic Relief Services (CRS) ha publicado un estudio, denominado ‘Pasos hacia la paz’, sobre la situación económica y social en el Sahel, y más concretamente en Mali, Burkina Faso y Níger. El informe lo ha recogido Fides.
La conclusión principal es que “las desigualdades económicas y no las tensiones étnicas son las causas de la violencia y la inestabilidad en el Sahel”. En esos países, la inseguridad provocada por las acciones de varios grupos armados “se está convirtiendo rápidamente en la mayor crisis humanitaria del mundo”, añade Fides.
Jennifer Overton, directora regional del CRS para África Occidental, afirma: “Quienes viven en el Sahel merecen un buen gobierno, seguridad, acceso a medios de vida y mejores condiciones de vida”.
Jennifer Overton, directora regional del CRS para África Occidental, afirma: “Quienes viven en el Sahel merecen un buen gobierno, seguridad, acceso a medios de vida y mejores condiciones de vida”
El estudio agrega que los yihadistas y grupos del crimen organizado están explotando a los pobres y desempleados, utilizando los agravios de las pequeñas comunidades rurales y la desconfianza en el liderazgo político nacional para reclutar combatientes para realizar actos de violencia, afirma Fides.
“Ya sea musulmán, cristiano, católico, protestante o de creencia tradicional africana, el terrorismo no ha perdonado a nadie y hace que todos pierdan sus medios de subsistencia, hogares, negocios, vida y libertad para quienes han sido tomados como rehenes”, dice Su Exc. Mons. Laurent Birfuoré Dabiré, Obispo de Dori y Presidente de la Conferencia Episcopal Burkina-Níger, recoge también la agencia.
“En África Occidental, nuestros hermanos y hermanas están siendo perseguidos, masacrados y secuestrados. Nuestras casas y granjas han sido incendiadas. Las mujeres y los niños atacados sin piedad. Otros son alistados por la fuerza. Esto obliga a la gente a irse, abandonar sus tierras por lugares a menudo desfavorables”, explica Théodore Togo, secretario general de OCADES/Cáritas Mali.
Para elaborar el informe, el CRS ha realizado entrevistas y encuestas en la región, involucrando a agricultores, pastores, milicias locales y líderes religiosos y tradicionales. El análisis se ha realizado en abril de 2020 y ha incluido a quienes vivían en el epicentro de la violencia, en la zona de Liptako-Gourma, a caballo entre Burkina Faso, Mali y Níger, explica Fides.