A unas horas del cierre de campaña, el presidente del Gobierno llama a la población a elegir entre el “avance” o la “involución”. Los primeros son los que se decantan por el PSOE o Ciudadanos (señal evidente de que el presidente del Gobierno saliente está dispuesto a pactar con Ciudadanos, con Podemos.. o con los dos), mientras que los segundos son la derecha y la “ultraderecha temible”. Advierte en Toledo de lo sucedido en Finlandia: ganaron los socialistas por 6.000 votos, mientras la ultraderecha subió del quinto al segundo puesto. Ahora bien, poco tiene que ver la ultraderecha finesa con la española, marcada por principios cristianos.
Poco después se lamentaba en las redes sociales del “ataque” a la sede del partido en Madrid -que ha amanecido con pintadas-, provocado por “antidemócratas”. Así, el PSOE continúa vistiendo su disfraz moderado para quitarle votos a Albert Rivera e incluso a todos los votantes de centro indecisos. “Queremos una España en la que quepamos todos y todas, no solo el trío de Colón”, afirma el muy feminista presidente.
Rivera e Iglesias, los más temerosos de cara a las elecciones
Mientras Sánchez se centra en hacer que las cosas pasen, Pablo Casado deja caer que está dispuesto a pactar con Vox para formar Gobierno: “Vox y Ciudadanos, tengan diez escaños o tengan cuarenta, van a tener la influencia que ellos quieran tener”. No obstante, insiste en que su formación en la única posibilidad de los españoles para echar a Sánchez de Moncloa. Intenta, al igual que los socialistas, hacerse con los votos de Ciudadanos, además de quitarle sufragios a Santiago Abascal. “El votante de Vox lo que estaba pidiendo al Partido Popular es lo que yo estoy ofreciendo”, repite.
Por su parte, Pablo Iglesias y Albert Rivera son quienes más tiemblan ante las elecciones: el PSOE se hace con los simpatizantes de Podemos, mientras que la indefinición de Ciudadanos provoca cierta desconfianza entre los indecisos. Así Iglesias acusa a Pedro Sánchez de pactar con Ciudadanos tras las elecciones con tal de gobernar, aunque la formación naranja insiste en su negativa. Rivera, después de correr 2,5 km en Valencia, reitera que “Ciudadanos es el partido del cambio” y añade que “es el momento de echar a Sánchez”.
Pablo Iglesias: el domingo es un día extraño, vuestro voto vale igual que el de Botín, Florentino Pérez y Villar Mir
En resumen: Sánchez se presenta como la alternativa al fascismo y llama a una “movilización masiva” el 28-A para frenar el avance de la “ultraderecha”, Casado insiste en ser el principal partido de la derecha y apela al “voto útil”, Rivera se proclama como el líder del partido, un cambio en el que no entra el PSOE, e Iglesias comenta que “el domingo es un día extraño, vuestro voto vale igual que el de Botín, Florentino Pérez y Villar Mir”. En cuanto a Vox, cierra la campaña en Colón al grito de ¡Viva España!
Disfruten de la jornada de reflexión. Después de tanto mitin, entrevista y debate, nos la hemos ganado, que el sábado no tenemos que elegir entre Sánchez y el fascismo.