El dinero de los demás es un película protagonizada por Danny DeVito, estupendo actor. Un especulador financiero opa a una empresa con una división boyante y otra en pérdidas. Fabrica cuerdas y la cuerda tiene ya poco uso. Nuestro hombre pretende cerrarla y escucha cómo sus contrarios alaban a esa división en números rojos, asegurando que fabrica los mejores materiales de toda su gama y que ha aumentado su eficiencia.

De Vito sube al estrado y le da la vuelta al argumento: sí, también la última carroza de caballos fue la mejor carroza, antes de ser desplazada por el primero, y peor, vehículo con motor. Tranquilos: no les cuento el final.

‘El dinero de los demás’ me parece un estupendo ejemplo para aplicar a la Televisión de ahora mismo. La llamada caja tonta, también monigotera es hoy sin duda el medio de comunicación más importante de todos, el más poderosos…. Justo antes de su caída. Al menos, hablo de la televisión generalista no de pago y más en concreto, de la TV como medio informativo.

En Moncloa lo tienen claro: lo que importa para ganar las elecciones es la TV. La prensa ya no pinta nada, se ha convertido en un asunto de minoría

Y hablemos ahora del Gobierno. Me lo comentaba un fontanero monclovita: “Rajoy presumía -cierto- de controlar a la prensa, pero nosotros controlamos la tele. De la tele depende todo”.

Y desgraciadamente es cierto, porque la televisión es frívola por su propia naturaleza. Aunque sólo sea porque todo lo que se cuenta en un telediario de 45 minutos cabe en un periódico papel de tres páginas, y un diario normal puede andar por las 60 páginas, o sea, 20 veces más.

Pero no sólo es la cantidad de información. El problema de la televisión es que tiende al espectáculo y el dramatismo de la ficción constituye uno de los peores enemigos de la información.

En cualquier caso, es cierto que Rajoy quiso controlar la prensa y lo consiguió. Es cierto que Pedro Sánchez quiso conquistar los canales de televisión generalistas y lo consiguió. Ahora mismo, RTVE tiene dos canales con información (la 1 y 24 horas), luego está Tele 5 y La Sexta y Antena 3 TV. Salvo la última, y con reparos, todos ellos son canales socialistas y/o podemitas.