El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes, por fin, lo que casi todo el mundo preveía desde el pasado miércoles, cuando el Congreso tumbó sus Presupuestos: ha convocado elecciones generales para el 28 de abril. Y ahora toca mirar hacia delante… de hecho, busca pactar con Ciudadanos, no con Podemos… Es decir, ya no quiere escenificar un nuevo Frente Popular.
Pero no crean que esta idea ha salido de él, sino de su director de gabinete, Iván Redondo. Este es quien le recomienda que tiene que ser radical como secretario general del PSOE, sobre todo, en la campaña electoral, pero debe mostrarse moderado como presidente del Gobierno. Es decir, en campaña, debe ser lo más ‘podemita’ posible para atraerse a todos los votantes de la izquierda y más en un momento en que Podemos está de capa caída y con luchas internas; y en Moncloa relajar el tono… para intentar ganarse el favor de Ciudadanos, aunque no lo tendrá fácil.
No quiere escenificar un nuevo Frente Popular, pero en campaña, debe intentar atraerse a todos los votantes de la izquierda
El motivo del adelanto electoral se debe a varias razones, entre ellas:
- El PP aún no se ha consolidado, aunque su líder, Pablo Casado, salió bastante reforzado del debate de los Presupuestos.
- Vox, según algunas encuestas, está parado. Tal vez porque ‘ha engañado’ a sus electores en Andalucía, bueno, más bien no le están dejando hacer cambios. Ya saben que sus 12 escaños sirvieron para alumbrar un Gobierno PP-Cs, en el que no quiso ninguna silla.
- El ‘efecto Falcon’ (ser estadista fuera de España y miliciano dentro) ya no basta, pues se ha diluido.
- Las elecciones generales tienen que ser antes que las municipales y autonómicas (que tendrán lugar junto a las europeas el próximo 26 de mayo) por si acaso hay un descalabro y también para que no condicionen a estas dos últimas.
Algunos barones socialistas (como Emiliano García-Page o Javier Lambán) pueden respirar tranquilos, pues no querían tener un ‘superdomingo’ y finalmente, no lo habrá. Eso sí, los españoles tendremos que acudir a las urnas dos veces en poco más de un mes para elegir: presidente del Gobierno, alcalde, presidente autonómico (todos menos catalanes, vascos, gallegos y andaluces) y representantes en el Parlamento Europeo.
Pero en esto no solo influye lo ya comentado, sino también el horizonte de las encuestas. De hecho, las más optimistas (sin contar el CIS, por supuesto) le dan al PSOE hasta 130 escaños, mientras las encuestas internas que maneja este partido estiman unos 100 escaños. Una cifra que superaría con creces la de los 84 obtenidos en las últimas generales y que mejoraría la trayectoria en las urnas de Sánchez porque hasta ahora ha cosechado los dos peores resultados del PSOE.
En 2015, el Estado se gastó más de 300 millones en elecciones y en los Presupuestos tumbados había una partida de 302,9 millones
Y, cómo no, las elecciones suponen gasto público… y no poco. Para que se hagan una idea: las dos últimas elecciones generales, las del 20-D de 2015 y las del 26-J de 2016, costaron 185 y 174 millones de euros, respectivamente; las anteriores europeas (25 de mayo de 2014), 105 millones. Ya van unos 280 millones. Y ojo, además, hay que sumar las municipales de toda España (8.122 municipios) y las autonómicas de 13 regiones: sólo para las primeras el presupuesto fue de 127,99 millones en 2015. Según algunas fuentes, en dicho año, el Estado se gastó más de 300 millones, entre municipales, autonómicas, generales y las andaluzas y catalanas que también hubo. Ahora podríamos estar en cifras similares, pues como saben, los Presupuestos rechazados llevaban una partida de 302,9 millones para financiar procesos electorales y subvencionar a partidos políticos, una cifra calculada no sólo para las citas con las urnas del 26 de mayo sino también por si adelantaban las generales e incluso había elecciones en Cataluña.
A Sánchez le ha costado 24 minutos anunciar la fecha del 28 de abril, antes se ha dedicado a repetir algunos logros de estos ocho meses, y cómo no, el bloqueo, sobre todo, de la oposición conservadora. Primero, ha recordado la moción de censura, insistiendo en su naturaleza “constructiva”: “No se hizo para echar a nadie, sino para constituir un nuevo Gobierno”. Claro que Sánchez ha olvidado curiosamente las muchas veces que anunció que convocaría elecciones “cuanto antes” si prosperaba la moción, así como su cambio una vez que ocupó La Moncloa: desde ese momento, el objetivo era agotar la legislatura, gobernar hasta 2020 y elecciones. Sin embargo, el Gobierno Sánchez pasará a la historia como el más breve de la democracia española (poco más de ocho meses) y sin duda, uno de los que más ha usado el famoso refrán de donde dije digo, digo Diego.
El Gobierno Sánchez es el más breve de la democracia española y sin duda, uno de los que ha usado el donde dije digo, digo Diego
Un Gobierno que “tenía la firme convicción de unir a los españoles por encima de ideologías”, que ha aprobado 13 leyes y más de 25 Reales-Decreto ley y que, según Sánchez “siempre se ha movido dentro de la Constitución”. Pero no ha perdido la ocasión de subrayar: “no hemos contado con la lealtad, no al Gobierno, sino al Estado, de la oposición conservadora”. Un reproche al PP por no respaldarle en el tema catalán.
Sánchez también ha recordado “lo bloqueado y paralizado”, como: la ley de eutanasia o las derogaciones de la ley mordaza, la reforma laboral o el voto rogado, entre otras, por “el filibusterismo parlamentario de PP y Cs, con mayoría en la Mesa del Congreso”. Y por último, los Presupuestos y ahora, considera que sin estos “uno no puede gobernar”… por eso ha convocado elecciones, recordando que “nos estamos jugando mucho: el futuro de nuestro país”.
Critica el "filibusterismo parlamentario de PP y Cs", con mayoría en la Mesa del Congreso, por bloquear la ley de eutanasia o la derogación de la ley mordaza y de la reforma laboral
Cómo no, no han faltado algunos mensajes al resto de partidos. “Me sorprende que me pongan a mí un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha (o sea, a Vox), pero bueno, cada cual elige a los amigos con los que ir”, ha señalado, en lo que parecía una alusión a Ciudadanos, tras la famosa foto de la manifestación en Colón (en la que sí estuvo presente el líder naranja, Albert Rivera) y el pacto de investidura en Andalucía… Pero ya saben que en política un día se llaman amigos y otro, enemigos... Todo vale.
También ha tenido carga para el PP: “Yo no me he encontrado a la oposición a mi lado”, recordando que las dos declaraciones unilaterales de independencia de Cataluña se presentaron estando los populares en el Gobierno. Una “oposición conservadora que no ha mirado por el interés de los españoles, sino por su interés”, ha insistido.
¿Recado a Rivera? A Sánchez le sorprende que le pongan un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha (o sea, a Vox)
Y a los independentistas catalanes les ha recordado que "dentro de la Constitución, todo, fuera de ella, nada". Todo esto semanas después de la polémica del relator... el gran fallo que, junto a no contentar a los separatistas, ha precipitado su fracaso.
Por último, Sánchez ha señalado que “lo que decidan los españoles, bien decidido estará”. Veremos, esto es relativo, pues ya saben que ahora la mayoría absoluta es un tesoro bastante inalcanzable y se tiene que llegar a pactos para gobernar... Eso sí, ha advertido que “el Gobierno va a seguir trabajando hasta el último minuto de la legislatura… (una pausa que no es casualidad) y espero que nos sigamos viendo mucho tiempo”.
Por cierto, la Semana Santa no será tranquila: la campaña electoral arrancará el próximo 12 de abril, viernes de Dolores, dos días antes del Domingo de Ramos. Y acabará el día 26. Aunque claro, esa es la campaña electoral oficial... ya saben que la extraoficial comenzó hace unos días. Además, tras las generales, llegarán las municipales, autonómicas y europeas, o sea, más campaña oficial (del 10 al 24 de mayo) y extraoficial, por supuesto.