Fuentes del Ministerio de Economía muestran a Hispanidad su preocupación ante las tres medidas fiscales que prepara el futuro Gobierno PSOE-Podemos: endurecer el impuesto sobre el Patrimonio, eliminar las subvenciones autonómicas sobre Sucesiones y Donaciones -sobre todo la de Madrid, que es casi una exención total- y un tipo de IRPF para ricos.
En términos gruesos, la ministra, previsible vicepresidenta económica, Nadia Calviño, está en desacuerdo con las tres. Con la tercera, por una cuestión de calidad, que no de cantidad. Un IRPF para ricos queda bien en los mítines pero su efecto recaudatorio es mínimo mientras la alarma que provoca entre los compradores de activos financieros es muy fuerte.
Pero, sobre todo, Calviño se opone a subir el impuesto sobre el patrimonio. Sabe que se trata de un gravamen que o bien se sube de forma significativa, lo cual podrían ser una debacle para la vivienda en propiedad. O su impacto es mínimo. Además, todo el mundo sabe que Patrimonio es un impuesto que grava dos veces: cuando se compra el bien y a lo largo de toda la vida.
En el Gobierno continúan preocupados por la huida de capitales a Portugal
Y luego herencias y donaciones. Ojo, ahí el que marca el tipo es el Gobierno pero las comunidades autónomas, especialmente Madrid, han creado exenciones. Por eso hay tantos andaluces, asturianos o aragoneses que se empadronan en Madrid.
En cualquier caso, al igual que Patrimonio se trata de una atentando contra la propiedad privada que no grava al que gana más sino al que tiene más y ya ha pagado antes.
Y ambos impuestos constituyen un atentado contra la propiedad privada y la constatación de que muchos socialistas, y comunistas, entienden la política fiscal como una venganza contra las clases medias, contra el propietario.
Y todo esto mientras prosigue la huida de capitales españoles a Portugal. Curiosamente, un país que tiene un gobierno similar al que intenta imponer Pedro Sánchez. Pero, como aseguran en el equipo Calviño, los ‘rojos’ portugueses son menos radicales que los chicos de Pablo Iglesias.
¡Qué Ejecutivo! Aún no se ha constituido y ya tiene diferencias de fondo.