La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han conversado este miércoles por teléfono tras la amenaza del Ejecutivo español de votar en contra del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE en la Cumbre Europea del próximo día 25 en caso de que no se modifique para dejar claro que la aplicación en Gibraltar de la relación futura que pacte Londres con los Veintisiete tiene que negociarse de manera bilateral entre Madrid y Reino Unido. Porque, deja claro Sánchez, el acuerdo del Brexit es independiente del preacuerdo bilateral entre España y Reino Unido relativo a Gibraltar.
Por la tarde, ha sido más explícito el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, que ha añadido que la el preacuerdo sobre la relación del Reino Unido y la UE, que dejaba clara posición de España, se modificó a última hora “con nocturnidad y alevosía”. Lo ha señalado antes de su comparecencia en la en la Comisión Mixta de diputados y senadores, por lo que el Ejecutivo mantiene todas las reservas expresadas por Sánchez.
El presidente ha llamado por teléfono a la primera ministra británica y ambos han mantenido una “larga conversación” en la que Sánchez ha trasladado la oposición de España al acuerdo tal y como está redactado actualmente “en defensa de los intereses” del país, según han informado fuentes de Moncloa.
Madrid condicionará su visto bueno al acuerdo de divorcio a que se modifique el artículo 184 del Tratado de Retirada
En concreto, Madrid condicionará su visto bueno al acuerdo de divorcio a que se modifique el artículo 184 del Tratado de Retirada, en el que se apunta que la UE y Reino Unido deberán negociar de manera “expeditiva” las condiciones de la nueva relación, sin mencionar la situación particular de Gibraltar.
En opinión del Gobierno español, la redacción actual del artículo 184 del tratado de retirada “pone en cuestión la capacidad española de negociar con Reino Unido el futuro de Gibraltar” y esto “no es aceptable para España ni en el acuerdo de retirada ni en la declaración política” sobre el futuro de la relación entre Londres y el Ejecutivo comunitario.
Lo que el Ejecutivo español quiere es que tanto en el acuerdo de salida -que es un tratado- como en la declaración política sobre la relación posterior entre la UE y Reino Unido quede claro que el futuro de Gibraltar se decide por una negociación entre Reino Unido y España.
Políticamente sería un escándalo que uno de los países más grandes de la UE no aprobase el Brexit
Como prueba del ánimo constructivo que tiene España para negociar con Reino Unido sobre Gibraltar, Sánchez ha puesto en valor el protocolo ya negociado con Londres al respecto y los memorandos que acompañan al acuerdo de salida sobre aspectos que afectarán al “día a día de las gentes que viven en Gibraltar”.
Por su parte, May ha recalcado este miércoles que su Gobierno no “excluirá” a Gibraltar de las negociaciones con la Unión Europea para establecer las directrices de la relación futura tras el Brexit. La jefa del Gobierno ha afirmado que el Peñón estará “cubierto” en las futuras negociaciones y ha recordado que ya ha estado “plenamente implicando” en la fase previa de diálogo.
En cualquier caso, para aprobar el Brexit se necesita el 72% de los Estados que representen al 65% de la población europea. Así que con 20 países sería suficiente y no se necesitaría a España para ello. Pero, a decir de los analistas, políticamente sería un escándalo que uno de los países más grandes de la UE no aprobase el Brexit…