El ‘referéndum’ interno del PSOE es mucho más importante de lo que se suponía. Ha sido ganada por don Pedro Sánchez, con un 92% de los votos de los militantes.
Además, como dijo un tal Francisco Franco, el éxito de los referendos depende de cómo se formule la pregunta, Por ejemplo: si en lugar de preguntar a los militantes del PSOE si querían una alianza con Podemos que les permitiera seguir en el poder se les hubiera preguntado si querían una alianza con Podemos y con los independentistas catalanes –que de eso estamos hablando- a lo mejor el resultado había sido otro. Cuando menos, hubieran tenido que concretar hasta dónde está dispuesto a ceder –perdón a ‘dialogar’- Sánchez con los separatistas catalanes y vascos.
En cualquier caso, el 92% de los pocos militantes socialistas que votaron lo hicieron a favor de un pacto con Podemos. Los de Podemos harán lo propio en un 101 por 100 y los de ERC no se sabe, porque la pregunta es retorcida como una viruta, pensada, tan solo, para respaldar lo que haga la dirección, sea lo que quiera. Y la Dirección apostará que sí a Sánchez pero con condiciones soberanista… que Sánchez aceptará.
Sí, en España estamos en peligro de guerra civil pero al estilo siglo XXI: impunidad, intimidación y vandalismo callejero… y cristófobo
En resumen, con su ‘triunfo’ en el referéndum interno, el secretario general del PSOE acelera el Frente Popular para bloquear la Operación Borrell de los dos felipes: Felipe VI y Felipe González, operación adelantadas por Hispanidad y consistente en ofrecer a José Borrell la formación de gobierno para evitar el Frente Popular que amenaza la paz en España.
La tensión entre Zarzuela y Moncloa es lógica. El abrazo de Vergara con Pablo Iglesias se perpetró estando el Rey en Cuba y tiene una principal perdedor: la Monarquía.
Podemos ya va a por la plurinacionalidad y a por la III República, con el apoyo entusiasta de separatistas catalanes (ERC) y vascos (PNV). No es una exageración afirmar que la monarquía española está en peligro. Por eso, los dos felipes, Felipe VI y Felipe González, apoyador por José María Aznar, querían un pacto de legislatura entre PSOE y PP, pero la soberbia infinita de Sánchez le ha llevado al pacto de sangre con Pablo Iglesias y Podemos, aprovechando lo único que les une a dos personajes tan distintos como el socialista y el neocomunista: su cristofobia profunda, su anticlericalismo visceral. Tendremos Frente Popular en una semana… el mismo Frente Popular formado por socialistas, comunistas y separatistas (recuerden, por favor, al ministro del PNV, Manuel de Irujo, todo un católico moderado que miraba hacia otro lado cuando asesinaban a curas y monjas) que nos llevó a la Guerra Civil.
No es casualidad que el Gobierno español España se haya alineado con el neocomunismo bolivariano. Ejemplo: RTVE asume todos los postulados del Foro de Sao Paulo
Sí, una guerra civil que no será de trincheras, como la de 1936, porque en el siglo XXI nos hemos vuelto muy finolis. Pero tendrá las tres características de los enfrentamientos civiles del siglo XXI en Occidente: impunidad (la de Sánchez con los Eres) y marginación del discrepante (pobre de aquel que no acepte los postulados progresistas), intimidación podemita a quien se rebele contra lo políticamente correcto y vandalismo callejero (el de los separatistas).
Pedro Sánchez está empadronado en Pozuelo y en es agrupación socialista votó. Su progresismo es de tal calibre, de tal intensidad, de tal compromiso, que no puede votar con los progres de derecha (PP y Ciudadanos), contra todo sentido histórico y contra los consejos del jefe del Estado y del viejo PSOE, prefiere que le mantenga en el poder los leninistas 3.0, que diría Felipe González y separatistas majaderos como los catalanes o estafadores, como los vascos
Es el mismo Frente Popular que nos llevó en 1936 a la guerra civil. Sí, insisto, ya sé que ahora vestimos mocasines en lugar de alpargatas y todo nos hemos vuelto tan cobardes como pacifistas, pero si no hay guerra civil habrá enfrentamiento civil. Además, no olviden que la guerra del siglo XXI es impunidad, intimidación y vandalismo callejero, es decir, no guerra civil pero sí enfrenamiento civil.
Al tiempo, el Frente Popular español (no hay más que ver RTVE) se ha alineado con el Foro de Sao Paulo, el nuevo comunismo, de corte bolivariano, que está creando desorden y muerte en Venezuela, Chile, Bolivia, Colombia y, no lo olvidemos, con diferentes manifestaciones, también en México, donde un López Obrador no afronta el movimiento mafioso-asesino sino intentando subsumirlo en la revolución popular. Como si a los narcos les importase una higa la revolución.