El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, se parece cada vez más a José Luis Rodríguez Zapatero, pues el déficit público es creciente. Sin embargo, parece no inmutarse, al igual que le sucede con el caos de las cifras de las víctimas, y encima en este caso, cuenta con la ayuda de la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, y del titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para ayudarle a camuflar los números.
El Gobierno social-comunista ha dado una cascada de datos a última hora de la tarde de este miércoles, mezclando la ejecución cerrada a febrero con algunos números del primer trimestre. Pero ojo, porque lo hace justo una semana después de que Europa le corrigiera, diciendo que el déficit público cerró 2019 en el 2,8%, muy por encima de la previsión (2%) y sin coronavirus. Al hilo de esto, conviene recordar que su estimación para este año era situar el desvío en el 1,8%, tras la corrección al alza que se hizo el pasado febrero, una meta difícil y más con el Covid-19, aunque Bruselas ha dejado su látigo a un lado por la pandemia… por lo que tendrá cierta tregua.
En 2019, el déficit público incumplió la previsión por ocho décimas y no había coronavirus. Este año, el objetivo es del 1,6%, pero con el Covid-19, Bruselas ha dejado el látigo
Sánchez ha presumido de que el déficit del Estado se ha situado en 5.509 millones a 31 de marzo, lo que supone un descenso del 13,9% frente al de hace un año (-6.402 millones). De hecho, se han publicado antes la página web de La Moncloa que en la del Ministerio de Hacienda, ¡olé! Eso sí, no se sabe cuál ha sido el desvío del resto de Administraciones Públicas en el primer trimestre.
Respecto a dicho periodo sólo se conoce otro dato: el Departamento de Seguridad Social presume de tener un saldo positivo de 289,66 millones. Y Escrivá (antaño azote del Gobierno cuando presidía la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal -AIReF-) lo celebra, al igual que el hecho de que las cotizaciones sociales han ascendido a 31.894,68 millones (+4,35%)… Veremos a ver cuando empiece a notar los efectos de los ERTE,…porque dicho saldo positivo es un 92,1% inferior al de un año antes (3.686,8 millones) y un 80,3% inferior al de (1.472,2 millones).
El gasto social es creciente y subirá aún más: las pensiones contributivas ascendieron a 28.667,64 millones hasta marzo y las prestaciones no contributivas, a 2.722,9 millones... Y eso que aún falta el nuevo ingreso mínimo vital
Escrivá presume, a pesar de que el gasto social es creciente y subirá aún más con el nuevo ingreso mínimo vital que quieren repartir. En el primer trimestre, las prestaciones a familias e instituciones alcanzaron los 34.521,92 millones (+6,5%), de los que 28.667,64 millones (+5,13%) corresponden a las pensiones contributivas que siguen encadenando récords cada mes. Por su parte, las pensiones y prestaciones no contributivas han ascendido a 2.722,90 millones.
Por su parte, Montero ha dado a conocer que el déficit de las Administraciones Públicas (excepto las Corporaciones Locales) se ha situado en 11.245 millones al cierre de febrero, lo que supone un 2,9% más respecto al mismo periodo del año pasado. En concreto, el déficit del Estado ha sido de 10.890 millones; y el de las comunidades autónomas, de 892 millones; mientras que la Seguridad Social ha tenido un superávit de 1.055 millones.