Pedro Sánchez, cada día más “Sanchinflas”. Ojo al dato: hacia nuestra nueva versión de nuestra vida normal”. Ya hemos dicho que la nueva normalidad postcoronavirus de los señores Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ese matrix-nueva realidad, no es otra cosa que el Nuevo Orden Mundial (NOM), gobernanza mundial liberticida y cristófoba tan aislada de Dios como del prójimo.
Todo ello vendido al mediodía (a nuestro presidente le encanta fastidiarnos el almuerzo o la cena de los fines de semana) del sábado 9 de enero, Día de Europa, con un lenguaje, insisto, cada vez más cantinflesco que ni ata cabos ni desata nudos… y que acaba convirtiéndose en un lenguaje circular, que empieza y acaba en sí mismo.
Vamos con ello: Madrid y Valencia braman contra el Estado. Consideran que lo de la Co-gobernanza entre Gobierno central y CCAA suena a pitorreo. Respuesta de Sanchinflas: “las autoridades sanitarias”, o sea yo, dijeron “quien pasaba y quién no pasaba” a una segunda fase.
Gracias al Gobierno Sánchez España ha sufrido 40.000 muertos y una economía en ruinas
A continuación, Sanchinflas nos explica -por segunda semana.- que se abrirán “los lugares de culto”. Si pronuncia la palabra ‘Iglesia’ a lo mejor le da un sarpullido a nuestro ateo confeso. Segunda vez que confiesa que había cerrado los templos en pleno atentado contra la libertad de culto, aunque, eso sí, por vía indirecta: si declaran arresto domiciliario general tampoco puedes ir a Misa.
Y la amenaza, que no podía faltar: el virus no ha desaparecido. Sigue ahí. Cuidado, muchacho, si me desobedeces te vuelvo a encerrar.
Un detalle: para solucionar “la crisis social y económica” provocada la pandemia Sánchez ofrece digitalización que había llegado con pandemia o sin ella- y, naturalmente, transición ecológica, de la que sólo sabemos que es carísima, más cara dependiendo del grado de talibanismo verde que exhiba el sujeto agente. Verbigracia: si se trata de Teresa Ribera… nos arruinamos.
Naturalmente, Sanchinflas propone aumentar el Estado del Bienestar. Así, no nos endeudará para dos generaciones, sino para tres.
Y, por supuesto, que de un demócrata hablamos, Pactos de la Moncloa. O sea, un trágala, para discrepantes porque Sánchez entiende la reconstrucción nacional y el diálogo como un apoyo incondicional de los demás y un tobo a la clase media mediante una subida de impuestos interminable.
Eso sí, a los vulnerables -que para Sánchez, son los españoles vagos- ingreso mínimo vital. Así es como compro votos. Al final, el programa de reconstrucción de Sánchez consiste en un bolivarianismo a la europea: reparto de la miseria y acoso, o robo, a la propiedad privada. En plata: endeudarnos más, subir impuestos y pagar limosnas para que me voten cada cuatro años.
De verdad: horas antes del Aló presidente de Sanchinflas, el cerebro del Gobierno, Pablo Iglesias aseguraba que los ricos tendrían que aportar más al Estado. Al Estado, no a la sociedad. O sea, a él, que ahora es vicepresidente.
El lenguaje es el hombre, Sánchez habla de la “primacía del saber científico”
¡Ah! y Sanchinflas ya vende la paz como valor y la sociedad como familia ¡Ay madre! Además, que recuerda a los soviets con el valor de la paz. Mire usted, presidente, la paz no es ningún valor. Y lo de comparar a la sociedad española con una familia que le obedece con docilidad, eso es propio Stalin.
El cantinflismo apunta a la profundo y se queda en lo patético. Así, Sánchez, durante su alocución, repitió que él se guiaba por la ciencia y la prudencia. Por ciencia entiende que sus decisiones son infalibles, por prudencia que cualquier desobediencia al confinamiento, o sea, a sus órdenes, será severamente castigada.
El engaño está teniendo éxito. De otra forma, no se comprende cómo es posible que la sociedad española no reaccione ante un Sanchinflas que nos lleva directos hacia el totalitarismo.
Las autoridades sanitarias, o sea yo, dijeron qué CCAA pasaban a la Fase 1 y cuáles no. Pero conste que co-gobernamos con Madrid y Valencia
Sanchinflas nos lleva hacia la “nueva versión de nuestra vida normal”. ¡Ay madre!
La “Nueva Normalidad”… del Nuevo Orden Mundial (NOM). Pedro Sánchez habla del coronavirus en pasado pero nos sigue ‘confitando’. Y tiene razón en que el coronavirus está siendo vencido, pero el virus no ha sido derrotado por Moncloa y su liberticida confinamiento, sino por nuestros propios cuerpos.