El ministro Salvador Illa no lo acepta en público pero fuentes de su Ministerio insisten en que lo previsto a día de hoy es mantener la mascarilla obligatoria durante todo el año próximo y hasta 2022.
Y esto, en lo que se supone vísperas de la vacuna salvadora. Pero, ojo, aunque el guión exija a los miembros del Gobierno hablar de vacunas seguras pues han creado mucha desconfianza entre la población, lo cierto es que la idea es seguir mortificando a los españoles con la obligatoriedad del bozal.
Según la Comunidad de Madrid, el ministro Salvador Illa se niega a negociar el modelo británico y alemán: países donde es obligatorio llevar el bozal en locales cerrados, pero no en la calle.
Por cierto, como expresaba ayer en Hispanidad Vicente Benedito, cunde en España la idea de que el presidente del Gobierno, que se apoya en las evidencias científicas, y todo su Gobierno sean quienes primero se pongan la vacuna.
En cualquier caso, urge una rebelión -negacionista o no- contra el liberticidio del bozal. Si cedemos aquí cederemos en cualquier cosa.