Desde los inicios del proceso que ha llevado al Reino Unido a la consumación del llamado Brexit, he venido pensando y escribiendo sobre mi temor en las consecuencias económicas en las entidades españolas que habían apostado de forma importante por este mercado, entonces dentro de la Unión. Siempre pensé que el Sabadell se había equivocado gravemente con su apuesta con el TSB ya que por esas fechas se estaba fraguando la ruptura. El Santander, sin embargo, considera como clave en su negocio al Reino Unido y creo que, de momento, cuando menos en el ejercicio 2019, ya ha sido penalizado de una forma importante en su cuenta de resultados, como veremos más adelante.
El resultado neto atribuido del grupo ha sido de 6.515 millones de euros (M€), que representa un 16,6% menos que el obtenido en el pasado ejercicio. La aportación del negocio puramente bancario se ha mantenido en cifras discretas, pero con crecimiento. Así, el margen de intereses crece un 2,7% situándose en 35.283M€, con importantes crecimientos en zonas geográficas como EEUU (+9,5%), México (+14,3%), Brasil (+3,2%), y caídas en Europa (-4,3%), en Reino Unido (-7,1%) y en España (-4,3%).
Los ingresos por comisiones crecen un 2,6%, los ingresos por dividendos, el 44,1%, y el resultado de entidades valoradas por el método de participación registra 56M€ menos, principalmente por las ventas de Testa y WiZink. Con estas cifras, el margen bruto (49.229M€) presenta un incremento interanual del 1,7%.
Las consecuencias del Brexit, la alerta de un repunte de recesión, la situación bancaria debida a los tipos al 0%, los posibles repuntes de morosidad y los heredados del Popular, junto con los ‘regalos’ que el nuevo gobierno nos reparta en sus consejos de ministros, pueden dejar en anécdota el resultado del ejercicio 2019
Los costes de explotación, a pesar de los incrementos debidos a inversiones en digitalización, transformaciones y al efecto de la elevada inflación en Argentina, tan solo crecen un 2,2%. El Santander mantiene el rango como uno de los bancos globales que registra una ratio de eficiencia más elevado que en este ejercicio: llega al 47,0%.
Las dotaciones por insolvencias han crecido un 5% (358M€), donde Europa registra los mayores aumentos frente al resto de áreas geográficas, donde los crecimientos son moderados. A pesar del aumento en las dotaciones por insolvencias, el ratio de morosidad baja a un 3,32%, que son 0,41 p.b. menos que en 2018. En el caso de los negocios en España, la tasa de morosidad es del 6,94%, más alta, incluso, que en Brasil, la segunda en el ranking, con un 5,32%. La digestión del desbarajuste de la absorción del Popular tiene su parte negativa en temas como el de la morosidad y cifras como los 485M€ más en insolvencias.
Un aparte merece la cifra que se ha registrado en deterioro de otros activos: -1.623M€, que son 684,1M€ más que en 2018, que corresponden al deterioro del fondo de comercio del negocio en el Reino Unido (una buena peladilla) y en provisiones (-3.490M€), que aumentan un 57% más que en 2018, y que corresponden a los costes de reestructuración de España y Reino Unido, junto con otras dotaciones por contingencias en Brasil. La cuenta de resultados de este año también recoge 1.291M€ de ingresos por el acuerdo con Crédit Agricole por la integración de negocios de custodia y por la revalorización y venta de algunas participaciones en sociedades.
Resumiendo, la situación es realmente pobre, como pobre es el resultado de los márgenes, tanto el bruto como el neto, donde las cifras del negocio en España han sido realmente flojas, con datos comparativos negativos, y donde los beneficios en Reino Unido se hunden con cifras comparativas negativas del 7,9% y 17,6% respectivamente. Norte América y Sur América mantienen el negocio con cifras positivas. Lo más importante es que los resultados extraordinarios negativos netos de cerca de 11.000M€ han arrastrado al resultado a una reducción de casi un 17% respecto a 2018.
Creo que lo peor está por venir para el Santander, al que, por cierto, se le va viendo un perfil más de financiera que de banco. Las consecuencias del Brexit, la alerta de un repunte de recesión, la situación bancaria debida a los tipos al 0%, los posibles repuntes de morosidad y los heredados del Popular, junto con los ‘regalos’ que el nuevo gobierno nos reparta en sus consejos de ministros, pueden dejar en anécdota el resultado del ejercicio 2019 presentado este miércoles por nuestra mayor entidad bancaria.