Al final, parece, sólo parece, porque el fuerte de Vox no es la trasparencia informativa, que Santiago Abascal será el candidato a presidente del Gobierno en la moción de censura contra Pedro Sánchez. Era lo lógico. La moción de censura es algo que formula un partido político y el líder de ese partido es quien debe postularse como presidente alternativo.
Pero el problema sigue siendo la identidad de Vox: o es partido católico o no será ni partido, se diluirá en el sistema
Además, Pablo Iglesias constituye una buena muestra de que una moción de censura no se hace para ganarla -aunque Pedro Sánchez llegara por esa vía a La Moncloa- sino para hacer visible que hay otra forma de hacer política a la del Gobierno de la nación. Insistimos: los partidos políticos españoles se dividen en dos: los progres y los católicos. Católicos sólo hay uno: Vox. Al menos, Abascal pretende serlo. En España tenemos partidos progres de izquierda (PSOE y Podemos, los nacionalismos proletarios y los burgueses) y partidos progres de derechas, los centralistas-termita de Ciudadanos o los excatólicos del PP. Y luego, como única alternativa, al menos en el ámbito parlamentario, tenemos un partido cristiano, no progre llamado Vox, con el corazón partido entre los que se preocupan más de la unidad de España que del corazón católico de España.
La unidad de España importa, y mucho, porque las raíces de España son cristianas… pero no por ninguna otra cosa
Claro que Pedro Sánchez precisa una moción de censura. Constituye un verdadero cáncer para España. Pero lo importante de la moción de censura de Vox consiste en que Abascal explicite su programa de Gobierno alternativo. Y que ese programa esté anclado en los principios cristianos y no sólo en la unidad de España. La unidad del país es un concepto importante, sin duda, e incluso con valor moral (España no se entiende sino desde el cristianismo) pero no el único concepto. La unidad de España importa, y mucho, porque las raíces de España son cristianas. No por ninguna otra cosa.
E insisto: no puedo ratificar la premisa primera, que Abascal sea el candidato a presidente de Gobierno en la moción de censura, constituya una decisión definitiva. Y hasta es posible, que no probable, que la moción no se lleve a efecto. Pero, al menos, eso es lo que me dicen en la dirección del partido: sí habrá moción y Abascal será el candidato a La Moncloa.