Sara Aagesen ha sido ascendida a nueva secretaria de Estado de Energía, sustituyendo a José Domínguez Abascal. Esta ingeniera química es experta (los expertos cunden mucho últimamente) en cambio climático y, actualmente, era asesora del Ministerio de Transición Ecológica. El ascenso parece un premio de su jefa -y ahora vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera- dado el gran papel que ha tenido en la elaboración del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Pero también podría haber otras razones.
La salida de Domínguez Abascal podría estar relacionada con la posibilidad de que fuera citado como investigado por las presuntas irregularidades de Abengoa en el proyecto del AVE La Meca que se dieron entre 2012 y 2015. Según El Confidencial, la Plataforma de Perjudicados por Abengoa ha pedido a la jueza Patricia Fernández que cite como investigados a los expresidentes de Abengoa -Domínguez Abascal y Felipe Benjumea- y el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega.
Aagesen es una experta en cambio climático y de hecho, ha trabajado en la Oficina Española del Cambio Climático (por tanto, en el Gobierno) entre febrero de 2002 y junio de 2018 (como se puede ver en su perfil de LinkedIn), cuando Ribera la fichó como asesora del Ministerio de Transición Ecológica. Entre sus declaraciones, en diciembre de 2015, Aagesen definió el Acuerdo de París como “histórico, ambicioso y universal”, y el pasado mayo, señaló que “en el futuro no veo a nadie que gobierne frenando las renovables”. Ahora será la número dos de Ribera, que ha ganado poder en el nuevo Gobierno Sánchez -el de coalición entre PSOE y Podemos-: es la vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
En definitiva, otra talibana eco-verde, ahora como número dos de la Vicepresidencia de la cosa climática.