• El Banco de España exige cambios contables en un momento muy inoportuno. Momento inoportuno del emisor para exigir cambios contables.
  • Echegoyen se defiende diciendo que tiene deuda subordinada para hacer frente a las nuevas exigencias. Sí, pero es deuda que hay que pagar.
  • En cualquier caso, el presidente todavía tiene que cumplir su promesa de vender más y al por menor.
El Banco de España ha publicado este viernes en el BOE la Circular 5/2015 en la que establece que a cierre de 2016, la Sareb tenga valorados a precios de mercado, uno a uno, todos sus activos. Hablamos de más de 100.000 inmuebles propios, 400.000 en garantía y unos 70.000 préstamos. Pero tranquilos, porque el trabajo ya ha comenzado y marcha a buen ritmo. De hecho, para cumplir con el nuevo marco contable, este año la Sareb tendrá que tener valorados 250.000 activos. Y los tendrá. No, ese no es el problema. El problema es que la exigencia del Banco de España llega en un momento inoportuno. Miren, lo que tiene que hacer la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria es vender los inmuebles con las mínimas pérdidas posibles. Para eso, lo mejor es colocarlas al menudeo, como prometió que haría el actual presidente de la sociedad, Jaime Echegoyen (en la imagen), frente a la estrategia de su antecesora, Belén Romana, que se echó en manos de los fondos. Y venderlas a través de las oficinas de los propios bancos. ¿Qué ocurre ahora? Que la valoración de cada uno de los inmuebles tendrá que ser la de mercado y no la del momento del traspaso en que se fijaron descuentos medios por tipos de activos. Es decir, el Banco de España se lo pone un poco más difícil a Echegoyen, al que no le quedará más remedio que echar el freno a las ventas para no incurrir en demasiadas pérdidas contables. En la nota remitida por la sociedad este viernes, Echegoyen se defiende argumentando que "Sareb dispone de 3.600 millones de euros en deuda subordinada, cifra más que suficiente para afrontar las nuevas necesidades de saneamientos que se pudieran producir sin recurrir a nuevas aportaciones de los accionistas". Efectivamente, con las aportaciones que hicieron en su día el Santander (600 millones de euros), Caixabank (más de 400), Sabadell (unos 250) y Popular (más de 200), a las que hay que sumar la que realizó el Frob de más de 1.600 millones, hay suficiente. El problema es que esa deuda subordinada es eso, deuda. Y las deudas no hay que aumentarlas, hay que pagarlas. En cualquier caso, Echegoyen todavía tiene que cumplir la promesa que realizó cuando asumió el cargo, en el mes de enero, de vender más y vender al por menor. Desde luego, el Banco de España no le ayuda, aunque él mira el lado positivo de la medida: "A pesar del impacto y la volatilidad que la nueva circular introduce en la valoración del balance de Sareb, la norma establece también un escenario de mayor certidumbre regulatoria de cara al mandato desinversor que debemos lleva a cabo a largo plazo", ha señalado. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com