La ley del Teletrabajo encara su recta final con su aprobación este martes en el Congreso. La norma vio la luz el pasado 22 de septiembre tras el acuerdo alcanzando por el Gobierno con patronal y sindicatos.

La ley establece la necesidad de firmar un acuerdo con el empleado que vaya a trabajar a distancia más del 30% de su jornada semanal durante tres meses y obliga al empresario a pagar los gastos en los que pueda incurrir el trabajador.

La ley implica que el trabajo a distancia será voluntario y reversible y requiere la firma de un acuerdo por escrito, bien durante el contrato inicial o posteriormente.

Su desarrollo deberá ser sufragado o compensado por la empresa y no podrá suponer la asunción de los gastos relacionados con equipos y herramientas profesionales por parte del empleado, explica el mismo medio.

Además, los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que aquellos que realizan su actividad de forma presencial.

La ley garantiza, además, el derecho a la formación equivalente a la de los profesionales presenciales, a la promoción profesional, a la desconexión digital, al derecho a la intimidad y a la protección de datos, a la seguridad y salud en el trabajo y a la recepción de los medios adecuados para desarrollar la actividad.

Además, las personas que trabajen a distancia desde el inicio de la relación laboral tendrán prioridad para ocupar puestos de trabajo que se realicen total o parcialmente de manera presencial.