Como explicó Hispanidad, la intención última de la Ley de Memoria Histórica que actualmente se tramita en el Congreso es desacralizar la Basílica del Valle de los Caídos y expulsar a los benedictinos. Y luego se decidirá qué se hace con la cruz más grande de Europa: derruirla o quitarle los brazos y convertirla en un monolito, símbolo masónico.
Y todo esto constituye una gran mentira por parte del Gobierno. Insistimos: primero se trataba de exhumar a Franco, pero nada más. Luego se habla de Resignificación, de expulsar al Santísimo, a los curas y desacralizar la basílica. Finalmente, acabar con la cruz -"esa horrible cruz”-, que dijo la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
También publicó Hispanidad -con confirmación de hoy mismo- que el Gobierno debe a los benedictinos del Valle de los Caídos más de un millón de euros en concepto de mantenimiento del patrimonio nacional. La técnica de doña Carmen Calvo es que se mueran de hambre y abandonen el monasterio,
Por su parte, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) , aliada del Gobierno Sánchez, también quiere expulsar a la comunidad benedictina de Cuelgamuros y lo exige con carácter urgente. Se fue a la Fiscalía para que desalojaran a los monjes "okupas" por la fuerza pero les salió mal, dado que la Fiscalía les ha comunciado que los propietarios del Valle no son ellos, por lo que deben dirigirse al Gobierno y que si Carmen Calvo también considera "okupas" a los monjes, que entonces sea el Gobierno quien acuda a la Fiscalía para que ordene la expulsión de tan peligrosos terrorista con sotana.
Por todo ello, Hazteoír ha escrito al Nuncio Apostólico, S.E.R. Mons. Bernardito Cleopas Auza, representante diplomático del Vaticano en España, pidiéndole que, de acuerdo con los tratados firmados por el Reino de España y el Estado Vaticano, defienda el derecho de los benedictinos a seguir en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.