- El ministro Soria se equivocó: la dirección avanza al comité de empresa algunas de las medidas que anunciará este viernes.
- Entiende el recorte de costes como una contribución a la delicada situación de la matriz, Volkswagen.
- También prescindirá de los empleados contratados por empresas de trabajo temporal para no incorporarlos a plantilla.
- Ojo, lo más importante es qué pasará con la inversión prevista de 4.200 millones. En principio, sigue adelante.
Era cuestión de tiempo que llegaran a
Seat los daños colaterales por la crisis en
Volkswagen tras el escándalo en sus vehículos diésel. Y eso es precisamente lo que ha trasladado este miércoles la dirección al comité de empresa: una reducción de costes de 100 millones anuales, que serán su contribución al delicado momento que atraviesa la matriz germana. Los detalles los dará la compañía este viernes.
La medida, en cualquier caso, es una sombra en las proyecciones de Seat, que también vendió vehículos trucados. A pesar de ello, no es, en principio, una marca
quemada por el escándalo, que afecta sobre todo a VW.
Hasta septiembre, ha superado los malos augurios, con un aumento de las ventas de un 4,9% (308.400 vehículos) y con Alemania como principal destino. Ahora bien, es consciente igualmente de que está jugado un partido y el tiempo dirá. Por eso mismo, como ya les contamos,
carecía de toda lógica que el ministro de Industria,
José Manuel Soria, o la vicepresidenta del Gobierno se apresuraran a asegurar que no se perderán inversiones y empleos.
El día elegido por la dirección de la empresa ha coincido con la presentación de resultados de Wolkswagen:
pérdidas de 1.673 millones en el tercer trimestre, con un efecto inmediato en el beneficio anual, que se reduce un 54%, hasta 3.990 millones.
Con todo, el mal trago que han encajado los trabajadores de
Martorell (
en la imagen) no es lo peor en el futuro de los planes de Seat o de su matriz en España. Están juego unas
inversiones de 4.200 millones de euros y los afectados puede ser la planta catalana (3.300 millones) o la de VW en
Landaben, en Pamplona (900 millones). En los dos casos, la empresa insiste en que nada ha cambiado, pero en estas cosas, como en tantas, todo depende de la evolución del fabricante alemán.
La dirección de Seat ha informado también al comité de empresa que prescindirá de los cerca de 400 empleados de empresas de trabajo temporal que trabajan actualmente en Martorell.
La mitad de ellos acaban el contrato en diciembre y el resto antes de julio del próximo año. La idea es que ninguno de ellos cumpla un año de contratación, que es el plazo máximo legal para que no pasen a plantilla.
Los sindicatos han mostrado su malestar por la medida, contradictoria, a su juicio, con el calendario de producción, que prevé más carga de trabajo para cubrir la demanda del
Audi Q3. Y esas necesidades, creen, irán a más. También les preocupa que Seat tenga que apechugar por un escándalo que no ha provocado.
La evolución de Seat en el último año ha demostrado que fue una buena apuesta para Volkswagen. El beneficio operativo ha sido de 12 millones de euros, cuando hace un año perdía 82, gracias, sobre todo, al modelo León, que continúa los logros conseguidos con el Ibiza.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com