Según la Asociación Española de Fabricación de Automóviles y Camiones (Anfac), el diesel va a sobrevivir y su vicepresidente, Mario Armero, ha querido lanzar “un mensaje de tranquilidad a los usuarios y compradores de coches diésel”. Y lo ha hecho señalando que la ministra de Industria, ahora en funciones, Reyes Maroto, defiende que “el diésel no va a ser prohibido”. Cabe preguntarse si la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, opina lo mismo.
Recuerden que esta última fue quien hizo saltar todas las alarmas hace un año, cuando afirmó: “El diésel tiene los días contados, durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida”. Pero “el diésel tiene mucho recorrido”, pues los nuevos motores de este tipo de combustión “contaminan un 70% menos que los antiguos”, destacó José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac y de Renault España, a finales de junio. Además, según los últimos datos de matriculaciones, los vehículos de diésel y gasolina representan el 90,3% del parque.
Ribera señaló que "el diésel tiene los días contados", pero Maroto "defiende la convivencia de todas las tecnologías" aunque fomenta el de cero y bajas emisiones, según Armero
En la presentación del Informe Anual 2018 y de la nueva identidad digital de Anfac, Armero ha asegurado que la posición inicial del Gobierno respecto al objetivo de poner fin a las ventas de vehículos de combustión en 2040 “se ha ido matizando” y ha apoyado que el modelo mire al francés, “que no prohíbe el diésel, sino que establece para 2040 un objetivo, puesto que el derecho europeo no permite prohibir”. “Lo necesario es que haya una política única en España para que no haya disfunciones. La ministra Maroto está a favor de un plan de achatarramiento porque defiende la convivencia de todas las tecnologías y apuesta por un plan para vehículos de cero y de bajas emisiones, en línea con lo que está pidiendo Anfac”, ha subrayado.
Armero también se ha referido al elevado envejecimiento del parque automovilístico español, cuya edad media ha aumentado hasta los 12,42 años (+1,02%) en 2018 y el rejuvenecimiento que en 2014 esperaban arrancar este año se ha retrasado, al menos, hasta 2022. Algo que les preocupa, pues se ha pasado de una proporción de tres coches nuevos por cada uno viejo a otra de un nuevo por cada viejo, por lo que ha pedido al Gobierno la necesidad de poner en marcha un plan de achatarramiento a nivel nacional que impulse la compra de vehículos tanto de combustión como eléctricos.
El vicepresidente de Anfac subraya que los planes Moves no están funcionando adecuadamente porque te obligan a achatarrar un coche, un problema para empresas y jóvenes
Al mismo tiempo, Armero ha subrayado que los planes oficiales para fomentar el coche eléctrico, conocidos como Moves, que se han puesto en marcha en las autonomías “no están funcionando adecuadamente porque que te obligan a achatarrar un coche” y esto supone problemas para las empresas y los jóvenes, porque no tienen otro vehículo. Por eso propone un plan nacional para incentivar la compra de coches de bajas emisiones y eléctricos, pero que sólo exija el achatarramiento si se adquiere un vehículo de combustión no en el caso de optar por uno eléctrico.
Pero no son las únicas peticiones de la patronal de fabricantes del sector del motor, el cual aporta el 8,6% del PIB español y que emplea a más de 93.500 personas en las fábricas (por lo que ya se han recuperado los niveles precrisis, pese a los procesos de automatización, robotización y transformación digital puestos en marcha). También reclaman un rediseño de su fiscalidad y un IVA reducido o exento para vehículos eléctricos y alternativos. La recaudación fiscal del sector ha sido de 30.000 millones de euros (+6%) por el aumento de las ventas y de los combustibles, pero bajará este año “en más de 350 millones por las menores ventas”.
La patronal reclama menores costes energéticos y acogerse al estatuto electrointensivo dado su elevado nivel exportador (80% de la producción)
Anfac también pide menores costes energéticos y que pudiera acogerse al estatuto electrointensivo, pues aunque consume menos energía que el del aluminio, tiene un elevado nivel exportador (80% de la producción). En total, en 2018 se han exportado 2,3 millones de vehículos (-0,6%) y se han producido casi 2,82 millones (-1%). Respecto a las exportaciones, desde junio de 2016, el Brexit ha reducido la cifra de 400.000 a 300.000 coches, y en el caso de que sea salvaje, "subirían los aranceles y el impacto adicional podría ser de 370 millones"; claro que el acuerdo entre Mercosur y la UE podría dar alegrías al rebajar aranceles, pasando de los 16.000 actuales a 70.000.
La facturación del sector de fabricación ha ascendido a 66.550 millones (+3%) -104.000 millones si se suma el de los componentes del automóvil-, pero el resultado neto se ha reducido un 50% por las mayores inversiones (3.000 millones). Por su parte, las matriculaciones cerraron 2018 en más de 1,56 millones de unidades (+7%), pero lo cierto es que no crecen desde septiembre de 2018 y se puede habar de crisis en el sector, sobre todo, por la incertidumbre. Armero prevé que la producción en el segundo semestre de este año se mantenga en línea con el primero y cierre con una caída del 5%-6%, pero ha destacado que aunque es cierto que se producen menos coches, “España está aguantando mejor el tirón que Alemania, Reino Unido e Italia".