La Generalitat de Cataluña ha autorizado, por primera vez en España, una investigación en la que se modificará el genoma de embriones humanos, tras recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, según publicó El País. La técnica utilizada será CRISPR, una herramienta de edición genética que, desde su puesta a punto en 2012, ha sido adoptada por infinidad de laboratorios en todo el mundo por la facilidad con que permite modificar el genoma de cualquier ser vivo a conveniencia, informa observatoriobioetica.org.
La bióloga Anna Veiga liderará la investigación, en la que se utilizarán alrededor de 40 embriones humanos procedentes del exceso de embriones producidos en los tratamientos de reproducción asistida. Los investigadores inactivarán diversos genes para estudiar la función de los mismos en el desarrollo embrionario. Cinco días después los embriones serán destruidos. Esta línea de investigación, que ya en 2017 se abrió en Reino Unido, se espera que pueda tener una aplicación en la mejora de las técnicas de reproducción asistida
“Algunas personas nos critican por querer utilizar embriones humanos, pero en determinados casos es absolutamente imprescindible. La información obtenida de especies animales en el laboratorio no siempre es extrapolable”, explica Veiga.
Desde el punto de vista Bioético, no obstante, este razonamiento es insostenible, pues el fin no justifica los medios, sino que los medios deben justificarse por sí mismos. Los embriones humanos son miembros de nuestra especie, y como tales no pueden constituir modelos de experimentación (ver estatuto biológico y antropológico), recuerda observatoriobioetica.org.
Realmente la diferencia fundamental es que He Jiankui implantó los embriones mientras que en este caso se destruirán, destaca observatoriobioetica.org.
“La investigación autorizada no tiene nada que ver con los abominables experimentos llevados a cabo en 2018 por el científico chino He Jiankui, responsable del nacimiento de tres bebés con el ADN cambiado de manera chapucera y sin ninguna ventaja médica”, señala El Pais. Realmente la diferencia fundamental es que He Jiankui implantó los embriones mientras que en este caso se destruirán, destaca observatoriobioetica.org.
Por otra parte, la comunidad científica internacional ha puesto de manifiesto en numerosos informes su intención de continuar investigando con embriones humanos con el objetivo último de poder utilizar estas técnicas, cuando sean seguras, para la obtención de bebés con su genoma modificado.
“Con esta afirmación no pretendemos defender los experimentos de Jiankui, que se realizaron sin los necesarios respaldos médicos ni éticos, por lo que recientemente ha sido llevado a prisión. Buscamos, en cambio, evidenciar el problema de fondo, la vulneración de la dignidad del ser humano en las primeras etapas de su desarrollo”, subraya observatoriobioetica.org.