Las fusiones bancarias transnacionales están muy lejos de producirse, entre otras razones porque la Unión Bancaria europea, de la que tanto se habla, se ha quedado encallada en una fase muy preliminar. “La protección del consumidor no es la misma, las leyes de insolvencia no son las mismas, los productos no son los mismos y, por tanto, todo el tema de sinergias no está claro”, afirmó este martes José Antonio Álvarez, CEO del Santander, durante el XXVII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación.
En esta misma línea se pronunció José Sevilla al hablar sobre el papel de las plataformas tecnológicas que podrían facilitar las fusiones entre entidades de distintos países, algo que requiere saltar barreras regulatorias y “que ciertos Estados asuman perder cierta soberanía sobre las entidades financieras”, señaló el CEO de Bankia.
A nadie se le escapa en este punto concreto, la singularidad del sistema financiero alemán, que cerró 2019 con más de 1.700 entidades, de las que 840 eran cooperativas de crédito, 380 eran cajas de ahorro, 275 eran entidades privadas con ánimo de lucro. El sistema financiero alemán cuenta, además, con 11 bancos centrales regionales y 6 bancos públicos regionales. Un dato significativo: los dos grandes bancos, Deutsche Bank y Commerzbank, sólo representan el 35% de toda la banca privada por cifra de balance. ¿Está dispuesto el gobierno alemán a ceder soberanía sobre sus entidades? Hasta el momento ha demostrado que no lo hará bajo ningún concepto.
En el encuentro también participaron Rami Aboukhair y Peio Belausteguigoitia, responsables de Santander España y BBVA España, respectivamente. Una idea fuerza: la red de oficinas es fundamental a pesar del avance de las herramientas digitales, porque el negocio bancario se sustenta sobre la relación de confianza entre el cliente y el banco. En definitiva, Santander y BBVA admiten la importancia de la red al tiempo que aceleran el cierre de sucursales: el Santander cerrará 1.000 en los próximos meses y el BBVA, en un proceso continuo, lleva cerrando, cada año, unas 200 oficinas, de media. Está claro que la red es muy importante.
En esta línea, Belausteguigoitia aseguró que el BBVA seguirá apostando por menos oficinas, pero más grandes. Lo está haciendo prácticamente todo el sector. Es decir, poner las cosas más difíciles a los clientes. Esto marcha.
Por cierto, sobre la fusión BBVA-Sabadell, nada de nada. Tanto el CEO del Sabadell, Jaime Guardiola, como Belausteguigoitia se remitieron a los comunicados remitidos el lunes a la CNMV.