La petrolera Shell ganó 15.843 millones de dólares (14.381 millones de euros), un 32% menos que el año anterior, según se refleja en sus resultados.
La causa ha sido los menores precios del gas y el petróleo, así como el impacto del deterioro de activos.
En cuanto a la facturación, esta alcanzó los 352.107 millones de dólares (319.574 millones de euros), un 11,2% por debajo de los ingresos acumulados en 2018.
"La fortaleza de la estrategia de Shell y su portafolio han permitido lograr un competitivo flujo de liquidez en 2019, a pesar de las difíciles condiciones macroeconómicas en refino y química, así como por los precios más bajos de petróleo y gas", declaró Ben van Beurden, consejero delegado de la compañía.